Con orgullo y con su grandeza por delante, el América se sobrepuso a toda adversidad y logró un agónico empate frente a Necaxa superando una expulsión de Guido Rodríguez y un autogol de Emanuel Aguilera.
Ante el poderío ofensivo de los Hidrocálidos mostrado desde los primeros minutos, Memo Ochoa se convirtió en la figura al salvar su marco con un espectacular lance que dejó sin aliento a los artilleros rojiblancos y a los zagueros azulcremas.
El panorama se complicó para los de Coapa cuando en una polémica jugada, Guido Rodríguez fue expulsado por una entrada sobre Baeza, dejando en inferioridad numérica a las Águilas muy temprano en el encuentro.
Para la parte complementaria, Necaxa trató de hacer el gasto, presionando a los azulcremas, pero se encontraron con la figura de Memo Ochoa que estaba en plan grande.
El esfuerzo, el pundonor y el orgullo americanista le dio una esperanza de ganar el encuentro, cuando en una incorporación de Renato Ibarra, cruzó un remate de media distancia que logró vencer a González, haciendo soñar a los de Coapa.
Sin embargo, el sueño terminó muy pronto, debido a que Memo Vázquez decidió adelantar líneas, encontrando su recompensa minutos después con un gol del líder de goleo, Mauro Quiroga que alargó a ocho su racha de partidos recibiendo al menos un gol.
Necaxa hizo valer su condición de favorito y líder general con una dosis de fortuna, cuando en una diagonal retrasada, el balón rebotó en Aguilera incrustando la pelota en su propia puerta.
En los minutos finales, Henry Martín volvió a convertirse en el héroe azulcrema al conseguir el empate con un sólido remate de cabeza que impidió un descalabro más de los de Coapa.