JONATAN PEÑA
Del glamour de Los Pinos, Tigres pasó a la ardua travesía que le implicó no poder llegar abordo de su autobús oficial al Centro de Alto Rendimiento a su práctica vespertina, ya que el transporte no pudo cruzar el tunel ubicado a la altura de la caseta a Cuernavaca debido a lo extenso que es y su altitud.
Debido a la impaciencia, cuerpo técnico, jugadores y directivos decidieron continuar su camino a pie al CAR, a pesar de que de esta manera tardarían en llegar 15 minutos aproximadamente.
El técnico Ricardo Ferreti encabezaba la caminata sin esconder su ya de por sí mal humor y detrás de él venía el contingente de jugadores como Lucas Lobos, Édgar Pacheco, Damián Álvarez sin que pudieran evitar algunas sonrisas por la aventura y el asombro de la gente que los veía pasar. El presidente Alejandro Rodríguez también caminaba a paso veloz.
Mientras caminaba, Ferretti confirmó que no había pasado el autobús. Por su parte, el chofer felino negó daños al transporte y también afirmó que no había podido pasar por lo grande que es, al tiempo que policías de la delegación Xochimilco trataban de echarlo de reversa entre el inmenso caos vehicular.
Después de recorrer cerca de medio kilómetro, algunos vecinos de la comunidad de Valle Verde, donde se encuentra el CAR, les ofrecieron ';aventones'; a miembros del plantel universitario, la mayoría accedió y se transportaron en algunas camionetas de carga, aunque Ferretti lo hizo en una unidad del hotel de concentración que acudió al ';auxilio';.
Fueron alrededor de 40 minutos los que se retrasó la práctica, pero al librar la travesía Tigres finalmente pudo entrenar a puerta cerrada en el CAR de cara al duelo del pròximo domingo ante el América en el Estadio Azteca.