Desde sus inicios, Sancho portó el cabalístico número
ROCIO CEPEDA
El ‘13’ suele situarse como un número indicativo de mala suerte, muchos deportistas evitan llevarlo en sus dorsales, pero él nunca se opuso a portarlo. Antonio Sancho se ha convertido en el eterno trece de Tigres sin imaginar la relación que tiene este dorsal en su vida.
Toño no tuvo este dígito cuando Pumas lo llevó a la Primera División en 1993, sino que usaba el ‘14’, pero de no haber sido porque el defensa Juan Ramírez se marchó del equipo y le dejó libre el ‘13’, la historia no habría sido la misma al comenzar en el año siguiente en su debut.
En un recuento de algunas coincidencias o curiosidades que tiene el número ‘13’ con la vida de Antonio Sancho, se pudo constatar, entre otras cosas, el hecho de que si se suman las letras que conforman su nombre y primer apellido, da como resultado 13.
Además, a trece jornadas de haberse iniciado en el futbol profesional un 3 de septiembre de 1994, al ‘Abuelo’ le tocó disputar su primera final en el futbol mexicano por el trofeo de campeón.
Fue en el Invierno 2001 con Tigres, cuando frente a Pachuca y siendo capitán de ese plantel, a Sancho sólo le tocó levantar el trofeo de subcampeón, porque fueron derrotados en el global por 3-1.
Otra coincidencia es como la de los cartones rojos, pues como jugador de medio campo, Sancho siempre supo ser aguerrido y entrarle peligroso con la pierna a los rivales. Aunque se ganó 179 tarjetas amarillas por faltas duras, en casi 12 años sólo fue expulsado en trece ocasiones.