Con un futuro más que prometedor, la Selección Sub 22 comandada por Jaime Lozano arrancó su camino rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, con la ilusión de emular la hazaña de Londres 2012 y de convertirse en la base del Tri durante la Copa del Mundo de 2026.
Con menos de 22 años de edad y un recorrido que cada día va tomando más fuerza en Primera División, los seleccionados tendrán sobre sus hombros la tarea de afianzarse en el Máximo Circuito con sus respectivos equipos para alcanzar el llamado al Tri mayor y disputar el Mundial que podría ser histórico para México dentro de siete años.
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Para ese entonces, la actual plantilla de jugadores que cuenta entre sus filas a promesas como Alan Mozo, Sebastián Jurado, Marcel Ruíz, Erick Aguirre, entre otros, habrá alcanzado la madurez futbolística con una edad de entre los 28 y 29 años, además de un recorrido importante por torneos nacionales a nivel de clubes, e internacionales con la Selección Mexicana, lo que podría derivar en una participación histórica para el Tri en Copas del Mundo.
Pero antes de ello, la escuadra de Jimmy tiene como primera tarea conjuntarse y adquirir una idea futbolística en el torneo Maurice Revello, mismo en el que el conjunto dirigido por Luis Fernando Tena alcanzó la gloria en el año 2012, previo a su participación en los Juegos Olímpicos del mismo año.
Una vez finalizado el prestigioso torneo en Francia, el Tricolor juvenil asistirá a los Juegos Panamericanos de Lima, donde sí o sí está obligado a mostrar un equipo competitivo y con la madurez que corresponde a futbolistas que cuentan con participación continua en la Primera División.
El clímax del proceso llegará en el Torneo Preolímpico de la Concacaf a finales de año, donde la Selección Mexicana buscará un boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde México tiene una cuenta pendiente tras lo ocurrido en Río 2016.
