El partido más sufrido, en silencio, con lágrimas para algunos, pero ciertamente México avanzó a los Octavos de Final con su derrota más dolorosa al momento de 3-0 ante Suecia. Será una tarde para agradecerle a Corea del Sur que logró frenar a Alemania y darle una alegría a todos los mexicanos en medio de una tormenta futbolística.
Nadie dijo que sería fácil y Suecia salió a complicarle todo al conjunto mexicano. El nerviosismo a tope toco el campo de juego y apenas a los 13 segundos a Jesus Gallardo ya veía una tarjeta amarilla.
México tuvo un primer tiempo nublado, entre la perseverancia en el ataque y desatenciones en sus pases que solo daban cabida a que Suecia encontrará los espacios para llegar. Aún cuando pronto Carlos Vela tuvo cerca, muy cerca la oportunidad, pero unos centímetros dividieron la esperanza de que conjunto mexicano comenzará con la victoria.
El arbitraje de Néstor Pitana ya estaba siendo cuestionado, pero al 28' prendió los focos rojos cuando en una jugada en el área mexicana Javier Hernández cometió mano, los suecos pidieron la revisión en el VAR y en minutos de mucha tensión, el arbitro determinó que no fue penal.
Con una tensión que hace dos encuentros no se vivía, las gradas, el campo, todo era diferente, el segundo vendría con la mayor angustia en este torneo.
La desgracia cayó al 50 con un gol del sueco Ludwig Augustinsson, donde hicieron sufrir a la defensa mexicana y entre y pase lograron penetrar el esférico en las redes.
Todo parecía penumbra y Pitana lo volvía a hacer al marcar correctamente penal a favor de Suecia, y aunque el Tri pedía la revisión, todo continuo hasta que Andreas Granqvist puso el 2-0.
En ese momento las gradas cambiaron la atención, no era México, ahora se necesitaba de Corea para que avanzarán a los Octavos de Final y a través de sus teléfonos celulares estuvieron minuto a minuto atentos a lo que acontecía con el grupo F.
Aunque el desastre en la cancha de Ekaterimburgo no bastaba y ahora vendría la mala suerte de Edson Álvarez para filtrar el balón en la red equivocada y sentenciar un 3-0 dramático.
En ese momento todos rezaron, corría el minuto 91 y la grada de los mexicanos explotó de la emoción, mientras en el campo todo se mantenía, la razón estaba en un gol de Corea que ponía a México en la siguiente ronda.