OMAR HERNÁNDEZ
Cruz Azul sigue en caída libre en la Liga. El cuadro celeste sumó su segunda derrota consecutiva, al caer 0-1 ante Santos, y se encuentra alejado de las posiciones de clasificación a la Liguilla.
Las múltiples bajas en el plantel imponen un equipo parchado. El Chaco Giménez se ve impotente en la media de contención, al equipo le falta intensidad y energía para ir al ataque, y Emanuel Villa no encuentra una sola jugada clara, de frente al marco, como en aquellos años mozos en donde fue campeón de goleo.
Por si fuera poco, las circunstancias le juegan malas pasadas; como al minuto siete, cuando el árbitro, Miguel Ángel Ortega, señaló un penalti en contra, discutido por los mismos jugadores celestes, tras una mano de Gerardo Flores dentro del área.
Sin embargo, Oribe Peralta no pudo convertirlo; su disparo salió por un costado de la portería de Jesús Corona.
Esta vez hubo poco rescatable para Enrique Meza: Marco Antonio Angulo, la novedad en el ataque de La Máquina, dejó una grata impresión. En varias oportunidades, sus centros encontraron destinatario, y uno de ellos estuvo apunto de abrir el marcador con un remate de cabeza de Omar Bravo, que Oswaldo Sánchez alcanzó a tapar en dos tiempos.
Los cementeros incluso inclinaron la balanza a su favor durante gran parte del primer tiempo. Como le gusta a su técnico, con la posesión plena del balón, asegurándolo, con toques bien definidos.
Pero la última zona sigue siendo la asignatura pendiente de los cementeros. Esta vez donde faltó el centavo para el peso fue en esa zona roja, los balones que centró el ';Tocino'; Angulo y Alejandro Vela se pasearon por el área rival pidiendo a gritos que los empujaran a las redes, pero no fue así.
Más adelante, una clase de contundencia fue la que dio Darwin Quintero. Primero, al 30'; avisó el colombiano en un tiro incómodo que se fue desviado y luego, al 42';, abrió el marcador tras una buena jugada de Peralta por izquierda y un centro que terminó con un remate cruzado.
Para la segunda mitad la historia no fue distinta. El ingreso de Maranhao intentó aclarar las ideas de un equipo confundido, que no se encuentra mientras su cerebro el Chaco juega retrasado.
La expulsión del debutante Jesús Armendáriz abrió la esperanza de los aficionados cruzazulinos que sin embargo, con el paso del tiempo, se fueron llenando de frustración.
"Centren o hagan algo chin..." gritaba un aficionado, suplicando una respuesta de su equipo en el marcador.
Pero ésta nunca llegó.
Emanuel Villa encontró una oportunidad, pero su media vuelta se fue por arriba de la portería. El aficionado se cansó de esperar y se fue del estadio antes de que finalizara el partido. Una muestra de que Cruz Azul cada vez pierde más creedibilidad de parte de sus seguidores.
ASÍ LO VIVIMOS