GERARDO SUÁREZ
¿Quién puede vencer al Monterrey? ¿Quién será el valiente que tumbe a La ex Pandilla? el Santos, con todo y el peso del TSM, terminó siendo una víctima más de este Rayados extraterrestre, que no luce de este mundo y que maneja el Apertura con autoridad y señorío.
Los siete años de mala suerte en Torreón quedaron en el olvido. Si había una edición albiazul en poder desmoronar el dominio del Gigante Verde en la Laguna, era el de Víctor Vucetich.
Si bien los del Cerro de la Silla mostraron una bipolaridad tétrica en el primer tiempo, de dominadores a pobres dominados, terminaron recuperando y exhibiendo una cara aceptable, poniéndole un alto al poderoso y, hasta anoche, imbatible en casa, Santos.
Humberto Suazo había puesto a soñar a La ex Pandilla a su puro estilo: impredecible. Su impresionante obús desde fuera, complementado con un traicionero bote, adelantó desde los albores a los albiazules.
Tras el tanto, los del Cerro de la Silla tomaron el mando del encuentro. Tocaron la esférica de manera elegante e irreverente. Los de La Comarca lucieron atolondrados esos primeros minutos, efecto sedante que duró apenas un lapso más.
Porque Rayados comenzó a perder la esférica y buscar clavar un segundo más vía un latigazo, aprovechando la velocidad de Neri Cardozo. A cambio, dejó recuperarse por completo al cuadro albiverde y éste creció en exceso de dimensiones.
Entre Darwin Quintero y Christian Benítez se encargaron de exhibir a Miguel Morales, quien le quedó grande el puesto que dejó Eduardo Zavala por lesión. El constante llegar de la ofensiva lagunera tuvo su recompensa, sobre el último trecho del primer tiempo.
El Chucho recibió dentro del área, recortó con maestría a Morales y fusiló a Jonathan a placer.
La figura de Orozco se creció todavía más sobre el cierre del primer tiempo. El dorsal ‘1’ sacó milagrosamente todavía un par de envíos más que lucían goles hechos, para mantener con vida a La Pandilla hasta el mediotiempo.
Cuando la tendencia indicaba que el complemento sería una réplica, Rayados pegó de nuevo, también al inicio. Una jugada tejida entre Suazo y Cardozo, terminó con disparo del Bodoque, mismo que le quedó a Osvaldo Martínez para que únicamente rematase a puerta.
El Gigante Verde insistió con sus dos demonios negros. Darwin y Benítez intentaban explotar su velocidad, pero la figura de los centrales, Mier y Basanta, se acrecentaba aún más, esto sin contar que hasta el mismo Humberto llegó a ser hasta un tercer recuperador.
Romano respondió con el ingreso de Ludueña, pero perdió dominio en el medio con la salida de Antonio Olvera, mismos que se hicieron notorios en los huecos que quedaban entre la defensa y ataque laguneros.
Aunque el Monterrey le supo bajar las revoluciones al Santos en gran parte del complemento, también terminó ligeramente echado atrás sobre el final del encuentro, más por el desesperado empuje lagunero. Esfuerzo inútil, aún y con los cinco minutos de agregado.
Se cumplieron trece semanas de un invicto que luce sólido e inminente se alargue al final de torneo. La última palabra, la tendrá Cruz Azul, este miércoles.