Técnicos con alma de crack

MÓNICA OCAMPO

Los cuatro técnicos de los equipos semifinalistas comparten una característica en común: una sólida carrera como futbolistas. Estadísticas, campeonatos y marcas equilibran la carencia de protagonismo que distinguen a las instituciones que dirigen.

En el caso de los dos mexicanos: Tomás Boy y Benjamín Galindo, el primero logró dos títulos de Liga en 12 años que vistió la playera de Tigres; mientras que el Maestro lo fue en cuatro ocasiones, con el Guadalajara, Santos, Cruz Azul y Pachuca. Además, ambos se echaron a la bolsa a las afi ciones gracias a su cuota de goles. La mejor marca que registraron corresponde a 98 y 67 con Tigres y Guadalajara, respectivamente.

La falta de palmarés a nivel internacional se justifica con el buen marcaje que lograron con la Selección Nacional, cada uno en su tiempo y espacio. El Jefe anotó nueve goles y fue convocado para el Mundial de México 86. Mientras que el Maestro es recordado por sus 36 goles con el Tricolor, además de que representó a México en el Mundial Estados Unidos 94. Eran dos mediocampistas de grandes cualidades: Boy, un feroz volante que dominaba todo el terreno. Galindo, el de las piernas más educadas y con el talento sufi ciente para controlar el balón a su antojo. En lo que respecta a los dos extranjeros, Ricardo Ferretti y José Saturnino Cardozo se ganaron a la afi ción de Pumas y Toluca, respectivamente.

De los cinco equipos mexicanos en los que militó el Tuca, donde mayor proyección tuvo
fue con Pumas, club con el que logró dos títulos de Liga, una Copa de Concacaf y una Copa Interamericana. Sin embargo, cuando Ricardo Ferretti llegó a México, en su currículo tenía seis años de experiencia como futbolista profesional en equipos como el Botafogo o Bonsucesso, de Brasil, su país.

José Saturnino Cardozo no necesita presentación. El paraguayo fue cuatro veces Campeón de Liga con el Toluca y se convirtió en el máximo goleador del club, con 249 goles. El carácter fuerte de ambos se enfrentará ahora desde el banquillo de dos clubes con trayectorias y prioridades encontradas.

El paraguayo dirige al conjunto de Gallos Blancos, que debutó en una Liguilla y eliminó ni más ni menos que al Guadalajara, el líder del torneo y gran favorito para llevarse el título. En cambio, el brasileño apelará a su experiencia y la calidad del plantel de Tigres, que pelea una vez más por terminar la sequía de títulos.