En partido correspondiente a la Jornada 10 del Apertura 2014, Gallos Blancos de Querétaro y Diablos Rojos de Toluca empataron este viernes 1-1 en la cancha del Corregidora.
ASÍ LO VIVIMOS: MINUTO A MINUTO
El inmueble queretano lució un lleno impresionante para observar el primer juego de Liga MX de Ronaldinho en su nuevo estadio.
Pese al ánimo de la afición local, Pablo Velázquez se encargó de abrir el marcador para los visitantes.
Al 13', el paraguayo remató de cabeza en un tiro de esquina de los Diablos para vencer al arquero Adolfo Hernández y poner en ventaja al cuadro dirigido por José Saturnino Cardozo.
Unos minutos después, el delantero escarlata se salvó de irse a las regaderas y sólo recibió una tarjeta amarilla luego de propinar un fuerte rodillazo a Mario Osuna. En esta ocasión, Ronaldinho fue amonestado por reclamar.
En un par de tiros libres, el crack brasileño puso en predicamentos a Alfredo Talavera, pero el cancerbero de los escarlatas salvó de forma espectacular.
En el tiempo de compensación de la parte inicial, Camilo Sanvezzo recibió un pase de Dinho en las afueras del área y cayó al césped. El árbitro Roberto Ríos decretó pena máxima para el conjunto dirigido por Ignacio Ambriz.
Para sorpresa de todos, Sanvezzo fue el encargado de cobrar el penalti y empatar el partido en el minuto 47. En su celebración, abrazó a Ronaldinho.
En la parte complementaria, el juego bajó en intensidad, Ronaldinho salió ovacionado del juego al minuto 77, y Da Silva falló la más clara para los locales al rematar sin marca en el 84'.
Con este resultado, Gallos llegó a 15 puntos y se ubica en la quinta posición de la tabla, mientras que Toluca sumó 18 unidades y se encuentran en el tercer lugar general.
EL APUNTE DE FELIPE RAMOS RIZO
A RÍos Jacome lo vimos en una de sus peores actuaciones, le pasó de todo y se perdió durante el partido.
Increíble que no haya expulsado a Velázquez, un rodillazo en la cabeza de un adversario no puede ser amarilla.
El penalti a favor de Querétaro es inexistente, las amarillas sin un valor adecuado y la calificación de faltas pésima. Repercute totalmente en el partido.