Fueron los últimos veinte minutos los más emocionantes de un juego que tuvo todo menos goles y que acabó con caras largas por un frío empate en La Corregidora.
La primera mitad careció de futbol, precisión y llegadas, pero por intensidad y entrega no quedaron a deber los dos conjuntos, que trataban con muchas ganas ponerse a jugar, pero la marca fuerte no dejaba.
Oribe Peralta y Darwin Quintero generaban peligro, más por lo que representan que por lo desarrollado en el campo; mientras Diego Guastavino era la parte desequilibrante de Querétaro, pero era incapaz de ingresar al área por la buena ubicación de los zagueros santistas.
La segunda mitad pintó mejor, con mayor coordinación y versatilidad al frente. Gallos se desenvolvió mejor, tocaban bien el balón y atacaban las bandas con velocidad; William por izquierda y Corral por derecha.
Conforme transcurrían los minutos Gallos se hacía más peligroso. La entrada de Isaac Romo les dio ventaja aérea y fue en ese rubro que cimbraron la meta Lagunera en un par de ocasiones. Primero, un cabezazo de Yasser Corona al poste; después, un centro al área de William que cortó Araujo.
Santos también buscó la suya, pero los delanteros sucumbían ante la zaga queretana. Peralta era inteligente, se botaba y asistía, pero nunca tuvo un balón a modo de frente al arco.
Al final, Querétaro se quedó con sus tres goles en cuatro juegos y seis puntos, mientras que Santos sigue sin ganar, suma tres empates y una derrota, además de dos goles.
