IVÁN CAÑADA
La autoridad santista no se discute sobre el campo. Al menos no en este año. Van cinco jornadas y el liderato no lo sueltan unos Guerreros decididos a mantener su buena racha. Llegaron los Pumas a Torreón, una de sus presas favoritas, y los de la Laguna demostraron de nueva cuenta su supremacía en el marcador. El Clausura 2012 tiene un líder que no regala nada. No por ahora.
La sentencia sobre los universitarios estaba hecha. Más en un territorio casi maldito para los Pumas. Torreón no les sienta bien desde hace mucho. Esta vez no fue la excepción por más que buscaron revertir la situación tal como la habían planeado. La apuesta de Vázquez por ir al ataque y tener el balón no se pudo reflejar en el resultado.
No fue el juego más brillante de Santos. Pero aún así alcanzó para llevarse tres puntos al bolsillo con dos latigazos que fulminaron la zaga universitaria. La explosividad de los Guerreros pudo más que la transición del balón de los capitalinos. En este juego vale más la efectividad de cara al arco y los de la Comarca así entendieron este encuentro.
No fue Oribe Peralta y tampoco Darwin Quintero quien encontrara el camino hacia el gol. Sí un Christian Suárez asistido por Darwin al minuto 12 para batir a Palacios ante su salida sin éxito. La fiesta en Torreón comenzaba desde temprano. Los Pumas, contrariados, querían su revancha. Así lo exige su historia y filosofía.
Sobre la cancha los universitarios controlaron el balón y ordenaron sus ideas. Trasladaban el balón con certidumbre hasta el momento de llegar al área rival. Ahí se terminaba el encanto. Vázquez tuvo que requerir de Herrera en lugar de Cacho. El primer movimiento llegaba antes del entretiempo.
Santos buscaba sorprender a su rival con la velocidad de sus atacantes. De repente se acercaban, pero faltaba el último toque. Para el complemento la dinámica sería la misma. Ambos se alistaban.
Los Pumas se reforzaron en el ataque por Izazola para dejar afuera a Cabrera. El mensaje de Vázquez era claro y quizá era cuestión de tiempo para ver el resultado. Los auriazules dominaban a su rival por completo, pero sin acierto de cara al arco. Un desborde de Ramírez al 65 con remate de Salinas significó el segundo tanto de la noche. La batalla estaba casi definida.
La respuesta universitaria llegó de parte de Salinas, que pasó de héroe a villano en cuestión de segundos, tras rematar contra su propio arco y darle un suspiro de esperanza a los Pumas. La tensión se apoderó de Torreón por algunos instantes. Los Pumas se acercaron con sigilo y sin nada que perder. La falta de gol de sus atacantes se evidenció una vez más, pese a la insistencia, y Santos se llevó el triunfo, el que vale el liderato por una semana más.
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