EDUARDO SOLÍS
Juan Carlos Osorio festejó su primer triunfo en el futbol mexicano y lo hizo en una plaza en la que quizá menos lo pensó, contando con la fortuna para sus dirigidos y con un rival que jugó su peor encuentro en lo que va del Clausura 2012.
Aunque a Jaguares se la ha distinguido por hacer buen futbol, su segundo cotejo en casa fue todo lo contrario, no encontró la portería de Alexandro Álvarez, que junto a DaMarcus Beasley fueron los verdugo de Jaguares, que compromete de nueva cuenta su situación porcentual, aun con algo de ventaja.
Un equipo con hambre, que reconoce su situación y busca las formas de salir de la mala racha no deja de mover las piernas y es fue la clave para que los visitantes le arrebataran la pelota a Jaguares, que inoperante, vio como un gol de vestidor lo ponía desde temprano a contracorriente.
DaMarcus Beasley siguió al pié de la letra el script que Puebla tenía para este encuentro, aprovechó que la defensa de Jaguares cedió espacios y colocó el balón en la red ante la estirada de Edgar Hernández.
El resto de la primera parte fue ejecutar el plan de destrucción, cuando Jaguares comenzó a buscar la vía de acceso al empate, se topó con una congestionada zona en la que, por lo regular, perdió el balón en la mayoría de las ocasiones y cuando el balón llegó a zona de peligro, Alexandro Álvarez intervino para que la primera parte se esfumara con Puebla arriba en el marcador.
La parte complementaria tuvo como protagonista a Alexandro Álvarez, que le hizo honor a su apodo bajo los tres postes, tuvo intervenciones que se ahogó el grito en la tribuna; en ocasiones Jackson Martínez, después Jorge Rodríguez; Jaguares la intentó de todas formas, pero la anotación se la resistió ante un equipo que seguía ordenado y con la onza de su lado, esperando que DaMarcus Beasley repitiera lo del primer tiempo y terminar por decretar el encuentro.
Osorio hizo más grande el tráfico el medio campo y colocó a Armando Wila, buscando que un contragolpe pudiera fincar su primer triunfo en el futbol mexicano, quizá en el lugar menos pensado.
Ya con el juego donde más le convenía, Puebla hizo lo necesario para llegar a los últimos minutos, en ocasiones sacrificando cartones amarillos, pero todo terminó por valer la pena, sumaron tres puntos en Chiapas y se apuntan para recuperar terreno perdido en casa la próxima semana; por su parte, Jaguares a recomponerse y pensar en el duro compromiso que le espera en el estadio Azul la próxima semana.