Llegó el sexto título de Tigres, y de qué manera: ganándole a Rayados en su propia cancha. Así es, el juego más importante en la historia de la Sultana del Norte se pintó de azul y amarillo.
Una tragedia ocurrió en la casa de Rayados, pues el cuadro de la UANL, viniendo de atrás, se impuso 2-1 con anotaciones de Eduardo Vargas y Francisco Meza.
Todos se acordarán de que Monterrey pudo empatar el juego, pero Avilés Hurtado no aprovecharía la ocasión y fallaría un penalti, justo cuando el partido ya agonizaba.
Así como en el juego de Ida, Rayados en su primera llegada hizo gol; gracias a una gran jugada tejida en tres toques, que terminó con el tanto de Pabón.
Desde campo propio, César Montes despejó el balón y, antes de ingresar al área, Rogelio Funes Mori, de espaldas al arco, se la cedió a Dorlan Pabón, quien con un derechazo a la base del poste provocó el júbilo albiazul.
Tras la anotación, el partido era intenso, los de la UANL no bajaron los brazos y a su estilo, con la posesión de la esférica, buscaban dañar a la Pandilla.
Y sí, a Ricardo Ferretti le funcionó su estrategia, pues antes de terminar la primera mitad ya le habían dado la vuelta a la pizarra.
En la media luna, al 30’, el chileno Eduardo Vargas se animó a tirar y se salió con las suyas, pues Hugo González no pudo contener el esférico, luego de que ésta botara justo antes de que terminara en su poder.
Cuatro minutos más tarde, Francisco Meza, apareció completamente solo y, de cabeza, la envió hacia el fondo de las redes; jugada precedida de un pase preciso de Rafael Carioca.
El sueño por el sexto título del cuadro de la UANL se respiraba entre un inmenso nervio de la fanaticada rayada.
En la segunda mitad, Rayados se volcó al ataque e intentó de todas para poder igualar el marcador; sin embargo, los felinos se defendieron con 'uñas y dientes' para evitar la posible pérdida del sexto título, en suelo enemigo.
Nahuel Guzmán se convirtió en figura, al evitar todas las aproximaciones de los de rayas azul y blanco, sobre todo en un tiro de Luis Fuentes, el cual ya cantaba todo el estadio.
De nuevo, como en la Final contra Pachuca, los fantasmas de los penaltis aparecieron en el tempo albiazul, y fue Avilés Hurtado quien erró una pena máxima, y así se derrumbó cualquier esperanza de los del Cerro de la Silla.
Ahora, todos los Tigres pueden gritar la victoria obtenida en el BBVA Bancomer, pues son ellos, los felinos, quienes son los mandones del Apertura 2017.