El grito de la afición azulcrema no se hizo esperar, después de que vieran a Oribe Peralta caer en el área protegida por Tigres; reacción que ocasionó que Paul Delgadillo, árbitro central, decretara una pena máxima inexistente a favor de los locales.
Delgadillo se dejó llevar por la inercia de la jugada, y no logró apreciar que el delantero americanista ni siquiera fue tocado por el defensor de los felinos, Jesús Dueñas.
El central estaba por convertirse en el villano de la Gran Final de la Liga MX; sin embargo, Oribe Peralta se encargó de mandar al travesaño su disparo, lo que ocasionó que la polémica sólo se quedara en la decisión que tomó el nazareno, al señalar el penalti a favor de las Águilas.
Por otra parte, Paul Deladillo no vio un codazo que Pablo Aguilar le propinó a Ismael Sosa, el cual era falta y tarjeta roja para el jugador paraguayo.
Además, André Pierre Gignac sufrió un golpe dentro del área que se debió de marcar como penalti, sin embargo el central no hizo caso a la jugada.