La perseverancia de Pumas rindió frutos y Laura Herrera fue la salvadora, rescató el empate y evitó que las felinas perdieran en casa ante Monterrey, conjunto que se ha convertido en un rival de más complicado para las auriazules, especialmente en fase de Liguilla.
Con este empate, las universitarias se sacudieron los fantasmas que las aquejaban y por primera vez en la Fiesta Grande, consiguieron sumar su primer punto gracias a que no dieron balón por perdido, esto aún cuando tenían el marcador en contra a consecuencia del gol de Desirée Monsiváis.
Al tener un dominio regiomontano, parecía que la historia volvería a repetirse de la mano de la experimentada delantera Rayada, quien ha convertido a Pumas en su ‘cliente frecuente’, pues acumula ya ocho goles anotados ante las del Pedregal, cuatro de ellos los ha realizado en instancias de Liguilla.
Sn embargo, las dirigidas por Ileana Dávila, sacaron la casta en el tiempo complementario y aunque Deneva Cagigas quedó cerca de igualar el marcador, la tarea fue completada por Herrera, quien se percibía en un nivel lúcido al ser una de las jugadoras más insistentes en el área rival, hasta que consiguió su cometido.
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Aún con el valioso empate, las felinas buscarán revancha en la vuelta de estos Cuartos de Final el próximo 30 de noviembre, cuando se presenten como visitantes ante las blanquiazules en el estadio BBVA.
