LUIS SALAZAR | IVÁN CAÑADA
En la era de Alberto Quintano y Enrique Meza en Cruz Azul, se han reclutado todo tipo de jugadores para ser campeón y terminar con la sequía de títulos que inició en 1997.
La directiva y el cuerpo técnico celeste han fi chado a porteros, defensas, medios y delanteros.
También a jugadores de distintas nacionalidades: mexicanos, argentinos, uruguayos, chilenos, colombianos, brasileños y hondureños.
Desde el Apertura 2009, cuando Quintano y Meza ocuparon sus puestos como director deportivo y entrenador, respectivamente, se han fichado a 21 refuerzos.
El más rentable, según las estadísticas, es Emanuel Villa: 53 goles en la Liga, 11 en la Liga Campeones en la Concacaf y uno en la Copa Santander Libertadores.
Un verdadero goleador, que se ha ganado el cariño de los fanáticos celestes y que al término de este torneo acaba su contrato, el cual no ha sido renovado todavía.
Otros jugadores que han destacado y cumplido son Jesús Corona y Christian Giménez. El portero se ha convertido en titular indiscutible, mientras el Chaco es el líder en el campo.
Mas, pese a su talento y peso específico en el equipo, el título sigue siendo una asignatura pendiente.
El plan cruzazulino para ser campeón ha incluido la limpia de los planteles, en el cual han dejado ir tanto a canteranos prometedores como consolidados, a extranjeros que eran figuras y otros que no funcionaron, a refuerzos mexicanos que rindieron y a unos más que no se adaptaron.
Desde que llegó Quintano a la dirección deportiva de La Máquina, en junio de 2009, 45 jugadores han dejado al club: algunos habían sido contratados por Eduardo de la Torre cuando ocupó el puesto; otros más, fi chados por el mismo Alberto.
En este grupo hay jugadores como Christian Riveros, quien se fue al Sunderland, y los canteranos celestes Gerardo Lugo, quien hoy destaca con Morelia, y Édgar Andrade, quien encontró una madurez como jugador en Jaguares, ambos convocados en alguna ocasión por José Manuel de la Torre a la Selección de México.