Una de las reglas no escritas en el futbol dice que cuando las cosas no andan bien, la cabeza del director técnico es lo primero que se corta.
Así, en el instante en que un club entra en crisis, los resultados no llegan y se toca fondo, el principal señalado se encuentra en el banquillo. Pero, ¿qué Liga del Viejo Continente tiene menos paciencia con los entrenadores?
Trabajar como estratega en España suele ser un gran reto para finalizar la temporada. Cuando se han jugado casi tres cuartas partes del torneo, ocho entrenadores han sido destituidos. En otras palabras, el 40 por ciento de los timoneles ha sido despedido.
El primero en caer fue un conocido del balompié nacional: Paco Jémez. El ahora técnico de Cruz Azul dejó las riendas del Granada luego de que los resultados no lo acompañaran, pues sólo cosechó dos puntos de 18 disputados.
En el mismo futbol ibérico, el Málaga ha cambiado a su director técnico en dos ocasiones. A finales de año se fue Juande Ramos, quien fue sustituido por Marcelo Romero. La situación del club no mejoró y el pasado 6 de marzo
Romero fue relevado por Michel.
En Alemania la situación no cambia. Javier Hernández tiene en el banquillo del Bayer Leverkusen a un nuevo entrenador luego de que la directiva de las Aspirinas optara por dejar sin trabajo a Roger Schmidt a principios de este
mes. El turco Tayfun Korkut entró al quite en el club.
Sin duda, uno de los despidos que más sorprendieron al mundo del futbol fue el cese de Claudio Ranieri de la dirección técnica del Leicester City.
Sólo nueve meses después de que el estratega italiano realizara la proeza de conquistar el campeonato de la Premier, cuando nadie creía en el modesto equipo de los Foxes, los directivos tailandeses decidieron cortarlo.
Aun así, la Premier y la Ligue 1 han mostrado un poco más de tolerancia a los malos resultados. Hasta el momento sólo cinco entrenadores han perdido su empleo en estos torneos domésticos en lo que va de la temporada.