Real Madrid llegó a Montreal para su gira como parte de su pretemporada; sin embargo, no todo resultó según lo planeado, pues lo que era una fiesta para los aficionados, se convirtió en un caos.
Todo sucedió cuando el equipo bajaba de su camión para dirigirse al hotel de concentración y uno de los seguidores merengues intentó abordar de manera brusca a Karim Benzema para tomarse una foto, provocando una reacción súbita por parte de un empleado del recinto y los elementos de seguridad del club, que lo derribaron y después lo sujetaron.
Tras el incidente, la plantilla merengue continuó su paso, sin dar importancia a lo ocrurrido.