El Bayern, que esta temporada dirige el italiano Carlo Ancelotti, conquistó la Supercopa alemana al derrotar al Borussia Dortmund por 0-2 en un partido que tuvo dos fases claramente distintas, separadas por el primer gol del Bayern, marcado por el chileno Arturo Vidal en el minuto 58.
Hasta ese momento, el Dortmund había tenido el control del partido, con una presión asfixiante en el centro del campo que amenazaba con desarticular el juego del Bayern y con un juego de posesión bastante coherente que se tradujo en continuas llegadas durante los primeros veinte minutos.
La segunda parte comenzó con dos llegadas del Dortmund, en el 50 un remate de Feliz Passlack que obligó a Neuer a una gran parada y el 56 un disparo de Demblelé que salió ligeramente desviado.
No obstante, apenas dos minutos después llegó el gol de Vidal en una jugada de contragolpe. Un pase largo de Franck Ribery alcanzó a Lewandowski que centró desde la izquierda para que el chileno soltase un fuerte remate. Burki logró parar a medias pero Vidal recogió el rebote y marcó desde corta distancia.
El gol cambió el partido. El Dortmund perdió fuelle, lo que en parte pudo deberse al desgaste físico por el despliegue de la primera parte, y el Bayern asumió el control.
El segundo gol, marcado por Thomas Müller, llegó en el minuto 70 tras un saque de esquina. Mats Hummels, que jugaba su primer partido oficial con el Bayern, prolongó el balón de cabeza para que Müller sentenciara desde corta distancia.
Es el primer éxito para Carlo Ancelotti con el Bayern que deja claro que su camino no es el mismo recorrido por Pep Guardiola, la obsesión por la posesión ha quedado atrás y vuelve a ser posible celebrar una victoria minimalista.