Varios aficionados del club turco, Eskisehirspor, decidieron prender fuego al estadio, después de que el equipo terminara descendiendo a la Segunda División de ese país.
La gente que presenciaba el último encuentro de la temporada del cuadro europeo enloqueció tras la derrota frente al Basaksehir y comenzó a quemar las gradas, para después bajar a la cancha y continuar con los destrozos.
A pesar de que las autoridades llegaron a tiempo para apagar las llamas, el estadio quedó bastante dañado, pues los fanáticos continuaban ocasionando problemas.
Tras lo ocurrido, el Eskisehirspor tendrá que jugar en un nuevo inmueble, ahora en la Segunda División de la Liga de Turquía.