Las tardes mágicas de Champions League están de vuelta y este martes el Napoli mandó un claro mensaje a Europa.
El cuadro italiano recibió en San Paolo al flamante campeón, Liverpool, que no se guardó nada y con su mejor plantel salió determinado a sacar tres puntos; no obstante, los locales mostraron que ellos también los querían.
No habían pasado ni cinco minutos, cuando ya se reclamaban acciones dentro del área napolitana. Los Reds pedían penal, mientras que los de casa exigían un fuera de juego, al final, se anuló la jugada.
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Pero las emociones se trasladaron rápidamente al otro extremo del campo: Chucky Lozano cazó un rebote y remató con la cabeza para mandar el balón al fondo del arco, penosamente estaba adelantado y el tanto fue anulado.
El resto del primer tiempo fue de dominio alterno, por el lado de los ingleses, el de mayor claridad fue Mohamed Salah, que en varias ocasiones exigió a Adrián con disparos de larga distancia. Por los de la Serie A, Lozano y Mertens crearon peligro, pero todo se mantuvo igualado hasta llegar al descanso.
Tras la reanudación de las acciones el trámite fue similar: dominio alterno, velocidad de ambas delanteras y los porteros atajando balones complicados, la ás sobresaliente se dio al 64', cuando tras un doble fallo de su defensa, Meret agigantó su figura para 'volar' a palo izquierdo y negarle el gol a Salah.
Al 68', Chucky Lozano se fue del campo visiblemente cansado y nuevamente el Liverpool amenazó con abrir el marcador durante varios minutos.
Sin embargo, al 80' Callejón cayó dentro del área y se marcó penalti muy dudoso, Mertens no se puso nervioso y con sólido disparo puso el 1-0.
Liverpool intentó empatar los últimos minutos, pero otro descuido en defensa permitió que la viveza de Llorente, que entró por Lozano, se hiciera presente, rematara de primera ante la salida de Adrián y se fuer a festejar el 2-0 definitivo.
