Tottenham aventaja al Chelsea tras sonreírle la fortuna en Wembley

Harry Kane festeja su gol contra Chelsea en la Carabao Cup
Harry Kane festeja su gol contra Chelsea en la Carabao Cup
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EFE
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| 08 Ene, 2019

Al Tottenham le sonrió la fortuna, el videoarbitraje y los postes de Wembley. Los de Mauricio Pochettino tomaron ventaja por dos 1-0 en la Ida de Semifinales de la Copa de la Liga ante el Chelsea gracias a un penalti transformado por Harry Kane y concedido por el VAR.

Los 'Spurs' amarraron el resultado y se cerraron ante unos Blues que dejaron a Álvaro Morata fuera de la convocatoria y que tendrá que remontar en Stamford Bridge para poder volver a Wembley a reclamar el primer título de la temporada.

Harry Kane cobra el penalti a favor del Tottenham

Harry Kane cobra el penalti a favor del Tottenham |EFE

Condicionado por ser una eliminatoria a Ida y Vuelta, algo atípico en las competiciones inglesas, el partido comenzó con un ritmo lento y con el equipo de casa, el Tottenham, controlando la posesión y el Chelsea a la espera.

Una chilena de Kane, atrapada por Kepa, y un disparo blando de Hazard desde la frontal del área aparecieron en la nocturnidad del templo inglés y ninguno de los dos equipos mostraba prisa por acelerar sus pulsaciones.

Y poco hubieran cambiado las cosas de no ser por la existencia del videoarbitraje. Quizás sin la tecnología, lo único que hubiera cambiado habría sido el buen humor de la afición local.

En un balón en largo, Kepa derribó clamorosamente a Kane, pero el juez de línea levantó el banderín e invalidó la jugada. Entró en juego el VAR, dormido hasta ese momento. Fueron minutos de angustia y pitos entre los 'Spurs', hasta que Michael Oliver decretó que no había fuera de juego, señaló el punto de penalti y le enseñó la amarilla a Kepa.

Al minuto 26, Kane definió con mucha sobriedad y el Tottenham arrancó una ventaja que los postes evitaron que se redujera antes del descanso.

N'golo Kanté, tras un centro de Marcos Alonso, estrelló una pelota en el palo, y Callum Hudson-Odoi, con un centro envenenado, se encontró con que Paulo Gazzaniga tocó lo justo la pelota para enviarla a la madera.

 

 

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