Andriy Shevchenko, leyenda ucraniana del futbol, presentó su libro autobigráfico 'La mia vita, il mio Calcio' en colaboración con el escritor italiano Alessandro Alciato, en donde recordó los momentos más importantes de su vida como su experiencia cercana con el desastre nuclear de Chernobyl cuando tenía 10 años.
El ganador del Balón de Oro ofreció una entrevista para el Corriere della Sera en donde narró como tuvo que abandonar su ciudad a 200 kilómetros de la central nuclear para refugiarse en la URSS.
"Espero no sorprender a nadie si digo que todo me parecía normal. Yo tenía diez años. Me divertí como loco jugando al futbol en todas partes, haciendo cualquier deporte. Me habían llevado a la academia Dynamo Kiev, sentí que estaba empezando a vivir un sueño. Entonces el reactor 4 explotó y nos llevaron a todos", detalló Shevchenko en la entrevista.
“Cerraron las escuelas de inmediato. Llegaron autobuses de toda la URSS, cargaron a jóvenes de entre 6 y 15 años y se los llevaron. Me encontré solo en el mar de Azov, en el mar Negro, a mil 500 kilómetros de casa. Sin embargo, todavía hoy no siento angustia. Me sentí como en una película, viví esa experiencia como un viaje. Yo era un niño.
“Vivir en la URSS no estuvo mal. Todo fue igual para todos. Mucha escuela y deporte por todas partes. Un país cerrado, que te hizo cerrado. Ni siquiera imaginabas que podía haber una vida diferente a esa", recordó.
El exfutbolista relató como sus amigos en Kiev fueron muriendo por problemas de adicciones y armas luego de la caída de la URSS.
"Están todos muertos. No por radiación, sino por alcohol, drogas, armas. Las grietas en el muro de la URSS eran cada vez más evidentes. Todo se derrumbaba, el mundo donde nacimos se derrumbaba. Mis amigos, como toda mi gente, dejaron de creer en nada y se perdieron", lamentó.
Sheva también habló sobre la Final de la Champions League del 2005 que perdió con el Milan a manos del Liverpool en una remontada épica después de ir ganando 3-0.
"En los primeros tres meses después de esa amarga derrota, me despertaba gritando por la noche y empezaba a pensar en ello. Todavía lo pienso hoy que han pasado 16 años. Muchos de mis compañeros no quisieron volver a ver ese juego nunca más. Me lo sé de memoria", comentó.