Sergio Ramos, capitán del Real Madrid, habló por primera vez del clásico español que se disputará el 18 de diciembre en el Camp Nou, destacando el buen momento en el que llegan los dos equipos y con el deseo de "dar el golpe en la mesa" en Barcelona.
"Los dos equipos atravesamos un buen momento. Nos motiva a ganar cuando el rival está muy bien, pero independiente de cómo lleguemos es un partido distinto al resto. Ojalá podamos dar el golpe en la mesa y ganarlo", deseó Ramos en una entrevista concedida al exmadridista Iván Zamorano para TUDN.
La charla trató temas personales de Ramos y su futuro. No descarta seguir ligado al mundo del futbol como entrenador pero de momento, a sus 33 años, aún tiene mucho que dar como jugador. "Jugaré hasta que la ilusión se haga a un lado pero mi ilusión es muy dura", advierte.
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"Aprovecharé todo lo que pueda del futbol mientras me siga sintiendo bien. Me cuido mucho y espero seguir bien por muchos años", añadió sin ver cerca su final y señalando a la "cantera muy buena" del club y una "base nacional" la búsqueda de su sustituto en la casa blanca. De fuera, destacó la "proyección" del holandés Matthijs de Ligt.
"Siento orgullo. Lo que he logrado no me lo ha regalado nadie. Detrás está todo el trabajo, el sacrificio, la dedicación y la constancia. No sólo es llegar, es mantenerse y hay muchas cosas detrás que la gente desconoce. El éxito no es casualidad. Que mi legado sirva para inspirar a millones de niños para que vean que cuando luchas por algo las cosas se cumplen y se pueden conseguir", manifestó.