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El Allianz Parque será testigo este miércoles de uno de los partidos más cargados de tensión en la segunda jornada de la Copa Libertadores. Palmeiras y Cerro Porteño se enfrentan en un duelo clave del Grupo G, con ambos equipos igualados a tres puntos, pero envueltos en una rivalidad que trasciende lo deportivo tras los lamentables incidentes racistas ocurridos en marzo durante un partido sub-20 entre ambas instituciones.
La presidenta del conjunto brasileño, Leila Pereira, ha ordenado un incremento significativo en el dispositivo de seguridad para este encuentro, tras el episodio que conmocionó al fútbol sudamericano. En aquella ocasión, el joven delantero Luighi Hanri denunció entre lágrimas haber sido víctima de insultos racistas en Paraguay, lo que llevó al Palmeiras, con el respaldo de la CBF, a pedir la expulsión de Cerro Porteño del certamen. Finalmente, la Conmebol resolvió el caso con una multa de 50 mil dólares, desatando aún más la indignación del club paulista.
Aunque desde Cerro Porteño manifestaron su "total repudio" al acto, también deslizaron que hubo provocaciones por parte del cuadro brasileño. El destino, caprichoso, quiso que ambos quedaran encuadrados en el mismo grupo de la Libertadores absoluta, lo que agrega un condimento extra a un partido ya de por sí trascendente.
En lo estrictamente futbolístico, Palmeiras llega tras vencer agónicamente al Sporting Cristal por 2-3 en Lima, mientras que Cerro Porteño se impuso con autoridad al Bolívar por 4-2, gracias a una soberbia actuación del argentino Jonathan Torres, autor de un triplete.
