El Manchester United cumplió contra el CSKA Moscú y ganó 2-1 para clasificarse como líder del grupo A para los Octavos de Final en un encuentro en el que el cuadro ruso necesitaba un milagro.
El CSKA salió al césped de Old Trafford bien plantado. Por lo menos, durante los primeros veinte minutos consiguió retener la pelota y al borde del descanso, Shaw descuidó su espalda y Mario Fernandes llegó hasta la línea de fondo para ceder la pelota a Vitinho, que estaba dentro del área pequeña esperando el remate. Lo consiguió, la pelota rebotó en la espalda de Alan Dzagoev y el 0-1 subió al marcador.
El CSKA cumplió en la primera parte y necesitaba aguantar en la segunda y esperar. Sin embargo, el Manchester ya no concedió ni un minuto más de dominio y salió por el partido después del paso por los vestuarios.
La lógica se impuso casi al principio de la reanudación, cuando los hombres de Mourinho sellaron el ataúd de su rival en sólo un minuto. Primero marcó el belga Romelu Lukaku, con una buena volea tras un pase del francés Paul Pogba. Y justo después, fue Rashford quien no desaprovechó una asistencia de Juan Mata.
Al final, el 2-1 hizo justicia al dominio general del United, que se clasificó como líder del grupo A y mandó al CSKA Moscú a la Europa League, premio de consolación para el club ruso. El equipo de Viktor Goncharenko soñó con el milagro durante 45 minutos, pero el Benfica y el Manchester acabaron con su sueño.