Benfica, donde el mexicano Raúl Jiménez se quedó en la banca, tuvo una Champions League para el olvido, pues cerró la Fase de Grupos sin puntos, esto luego de que perdió como local 2-0 contra Basel de Suiza.
Las Águilas terminaron en el sótano del Grupo A; sólo pudieron marcar un gol y recibieron 14 a lo largo de seis partidos.
Ni el aliento del público en el Estadio da Luz fue suficiente para evitar un nuevo revés ante un Basel que se fue adelante apenas al minuto 5, cuando Mohamed Elyounoussi remató de cabeza.
El equipo local no supo responder, pese a que sí intentó por conducto de Pizzi o Haris Seferovic, pero el tiempo del primer lapso se esfumó.
La tónica no se modificó en el complemento, donde la anotación de Dimitri Oberlin, al minuto 65', puso el clavo final en el ataúd de un Benfica, que vivió una auténtica pesadilla europea.