El Liverpool se presentó en la Premier League como el flamante Campeón de la Champions League y dio un golpe en la mesa para dejar claro que en la temporada 2019/2020 volverá a ser el dolor de cabeza del Manchester City, que en la temporada pasada le arrebató el título de Liga en la recta final.
Los Reds se toparon con un Norwich que no pudo poner mucha resistencia y en sólo siete minutos tuvo que recoger el balón de sus propias redes, luego de que Grant Hanley no atinara a realizar un despeje correctamente y terminara por mandar el balón a su arco.
El cuadro de Klopp se mostró como si no hubierann existido las vacaciones, dominó a placer y al 19', Mohamed Salah, aprovechó una pared dentro del área para definir de pierna izquierda el 2-0.
La aplanadora roja apenas estaba calentando cuando uno de los hombres más importantes, Virgil van Dijk, se levantó en lo alto del campo y en un saque de esquina remató de cabeza para poner el 3-0.
El juego estaba resuelto en menos de media hora, era el escenario perfecto, hasta que al 39', Alisson Becker se lesionó y tuvo que abandonar el encuentro con notables molestias y apoyado por las asistencias médicas.
Pero ni eso mermó el ánimo del cuadro de Anfield. Tres minutos más tarde, Origi se aisló de la marca cerca del manchón de penalti y con la testa puso el lapidario 4-0, marcador con el que el juego se fue al descanso.
Para el segundo tiempo, los locales bajaron las revoluciones, con lo que los visitantes comenzaron a encontrar el arco Red, y fue al 63' cuando Pukki marcó el tanto de la honra para el Norwich.
Liverpool arrancó con todo una nueva temporada en la que buscará el ansiado título de Liga, su próximo rival es el Southampton y se medirán el sábado 17 de junio.
