La nueva camiseta de la Selección de Inglaterra ha provocado una polémica. Y no es solo por el precio. La decisión de Nike de modificar el color de la cruz del patrón de Inglaterra, San Jorge, en la camiseta de la selección nacional propició que tanto el primer ministro Rishi Sunak como el líder del principal partido de la oposición, Keir Starmer, se pronunciasen en contra del cambio.
Una petición en Change.org a favor de alterar el diseño había captado más de 22.000 firmas por la tarde del viernes. Varios jugadores de la selección, entre ellos el capitán Harry Kane, ya han lucido la prenda. Es la que usarán los Tres Leones en el Campeonato Europeo que se disputará en Alemania el próximo verano boreal.
Cuando juegue como local, la casaca tendrá un cambio en la cruz bordada en la parte de atrás del cuello. Añadió un color violeta por el rojo original en la cruz, así como unas rayas horizontales de azul.
Según explicó Nike, se trata de una "actualización divertida" y se inspira en la indumentaria de entrenamiento que usó la selección en el Mundial de 1966, el único gran torneo ganado por la selección masculino.
El primer ministro conservador Rishi Sunak, de gira en el norte de Inglaterra, se refirió al nuevo diseño de Nike: "Desde luego que prefiero la original y mi pensamiento es que cuanto se trata de nuestras banderas nacionales, lo mejor es no tocarlas son una fuente de orgullo, de identidad, que representan quiénes somos y están perfectas tal como están", dijo Sunak, hincha de Southampton, un club que lucha por ascender a la Premier.
Nike y la Federación Inglesa de futbol han indicado que no contemplan hacer un cambio.
Pese a las críticas, la FA defendió el diseño al sostener que "no es la primera vez" que los diseños con la cruz de San Jorge tienen diferentes colores en la camiseta de la selección inglesa y que se siente "muy orgullosa" de la cruz tradicional.
Para mucha gente, el problema no es color, sino el costo. El modelo "auténtico" para adultos tiene un precio de 125 libras (155 dólares) y de 120 libras para niños. Se trata de un monto exorbitante en una época en que los presupuestos de los ciudadanos están al límite debido a una de las peores crisis del costo de la vida en décadas.