El argentino Paulo Dybala fue protagonista de otra gran actuación este domingo en el partido de la Juventus contra el Sassuolo en la Serie A, pero no pudo evitar un tropiezo 2-2 que pone en peligro el liderato del cuadro turinés.
Tras decidir el martes con un golazo de falta directa el partido de la Champions League contra el Atlético Madrid, Dybala empezó en el banquillo y saltó al campo en la última media hora cuando el Juventus iba perdiendo 2-1.
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Leonardo Bonucci, con un gran gol desde fuera del área, había adelantado al cuadro del técnico Maurizio Sarri, pero el Sassuolo consiguió dar la vuelta al marcador gracias a las dianas del marfileño Jeremie Boga y del italiano Francesco Caputo, tras grave error del holandés Matthijs De Ligt y del meta Gianluigi Buffon.
Sarri, que salió con el portugués Cristiano Ronaldo y el argentino Gonzalo Higuaín de titulares en la delantera, decidió sustituir a Federico Bernardeschi para lanzarse al ataque con Dybala de número 10, detrás del Pipita y de Cristiano.
Dybala encendió la luz para el cuadro campeón de Italia y, tras conseguir y lanzar una buena falta directa, obtuvo un penalti por una clara falta de Filippo Romagna tras una brillante combinación con Cristiano (m.68).
Fue el portugués quien se encargó de transformar la pena máxima y devolvió confianza a un Juventus que de allí encerró al Sassuolo en su mitad de campo durante 25 minutos.
La Joya lo intentó con dos disparos peligrosos en el tramo final, pero se topó primero con Cristiano, que interceptó el esférico por error, y luego con el joven meta Stefano Turati, de apenas 18 años, quien le negó el gol con una milagrosa intervención.
Finalmente, Dybala y sus compañeros tuvieron que conformarse con un empate que pone en peligro el liderato de la Juventus, que puede ser superado por el Inter de Milán si gana este mismo domingo en casa al Spal de Ferrara.
