El estratega del Mallorca, Javier Aguirre desató las risas entre los medios de comunicación tras empatar contra Girona por marcador de 1-1.
“Con esta cara de gilipollas, así se queda un entrenador. No hay mucho que explicar, evidentemente coincido con mi colega Michel, al que le auguro como míster, un partido igualado en números, nos encontramos con un gol de estrategia, pensábamos que estaban los tres puntos en casa y volaron”.
De igual manera, el mandamás pidió a LaLiga tener más juicio a la hora de poner los horarios y alegó que el partido se jugó con altas temperaturas.
“El hecho de jugar a las dos de la tarde, el árbitro estaba fundido como yo, como los jugadores, realmente es, no diría criminal porque no está bien aplicada esa palabra pero sí va en detrimento del espectáculo, las métricas son pobres comparando con un partido de 9 o 10 de la noche. Es de ambos equipos el cansancio, no sólo nuestro, el árbitro pobrecito estaba empapado, había temperatura de 31 o 32 grados, una sensación térmica de 34 o 35, realmente había que pensarlo”.