La Roma tuvo una mala noche en el Camp Nou y, con dos autogoles, encaminó la victoria del Barcelona, que aprovechó los obsequios del rival para imponerse por 4-1 en la Ida de los Cuartos de Final de la Champions League.
El partido inició cerrado y con pocas oportunidades para ambos equipos, lo que pintaba para ser un encuentro de escasos goles; sin embargo, cuando más apretaba la Loba, Daniele de Rossi empujó el balón a su propia puerta al intentar cortar un pase de Andrés Iniesta en el borde del área grande al 38'.
Aun así, el 1-0 se mantuvo al término de la primera parte y se esperaba una reacción del conjunto dirigido por Eusebio di Francesco hasta que, al 55', Konstantinos Manolas hizo lo propio en su arco y, en su afán por llegar antes a un centro desde la banda derecha, terminó por clavar el segundo autogol de los romanos.
Entonces se le vino la noche al conjunto visitante y, cuatro minutos después, Luis Suárez ingresó al área y disparó con potencia, el guardameta Alisson alcanzó a rechazar pero la pelota fue al centro, justo donde se encontraba Gerard Piqué, quien simplemente tuvo que empujarla para firmar el 3-0 en suelo catalán.
La Loba estaba herida de muerte, pero con la cara en alto. Siguieron luchando y encontraron un consuelo en el gol que los acercaba en el marcador al minuto 80, en una buena jugada de Edin Dzeko para definir dentro del área ante la salida de Ter Stegen.
No obstante, la luz de esperanza se apagó al 86', cuando Suárez aprovechó que un zaguero rival no pudo despejar la redonda dentro del área y, sin pensarlo, remató a quemarropa para consumar el 4-1 de la victoria. Un marcador escandaloso que los tiene enfilados sin mayor problema a las Semifinales de la Champions.