Después de haber pasado ya más de un año de su dimisión al cargo del puesto de director técnico del Arsenal, Arsène Wenger reveló uno de los secretos que lo persiguen tras casi dos décadas a cargo del conjunto londinense.
El francés confesó que en 2003 cuando volteó a ver a La Masía en busca de jóvenes prospectos para su plantilla estuvo latente la posibilidad de fichar a Lionel Messi, cosa la cual no sucedió y de lo cual lo lamenta.
"En la vida hay que vivir con remordimientos, con negocios fallidos y uno de ellos fue Messi. Cuando en 2003 fichamos a Cesc Fàbregas, tuvimos conversaciones con Leo Messi. En aquella época, que estábamos al nivel del Barcelona, podíamos construir equipos juveniles fuertes con buenos jugadores", remembró Wenger.
En aquella generación dorada se encontraban en las inferiores blaugranas jugadores como Gerard Piqué, además de Fábregas y Messi, con lo que Wenger pudo haber armado un gran equipo, de haber sabido del potencias de ambos.
"Con Messi, Piqué y Fàbregas, que destacaban en esos momentos, podíamos haber hecho un gran equipo. Piqué y Fàbregas vinieron a Inglaterra, pero Messi se quedó en España. Es cierto que estábamos interesados en él, pero ahora ya es un jugador intocable", sentenció.