El colorido invadió el Stade de France durante una ceremonia digna de la Eurocopa; la alegría y emoción del torneo más grande de Europa se concentró en París.
Espectaculares mosaicos alrededor de toda la tribuna convirtieron el escenario ideal para un Francia Rumania que abre la puerta a una de las competiciones de naciones más vibrantes del orbe.
Una Torre Eiffel de decoración fue postrada justo sobre la mitad del campo, y sobre el campo del juego fueron formadas brillantes imágenes con parte del staff en vistiendo tonalidades distintas.
David Guetta fue el encargado de musicalizar con un compilado de éxitos llenos de energía; al mismo tiempo, aviones cruzaron el cielo dejando una estela azul, roja y blanca sobre el inmueble, que ya late al ritmo del balón.
