La saga de Diablo es una de las más queridas por todos los fans de los juegos de mazmorras con elementos de rol de acción y 'hack and slash'; no por nada se ha mantenido vigente por más de 20 años a pesar de que sólo se han lanzado tres juegos base en este periodo, con la potencial llegada de uno más en un futuro próximo.
Como la mayoría de grandes franquicias de Blizzard Enterteinment, Diablo nació y creció su fama entre los jugadores de PC, alejada un poco de las consolas caseras y, sobre todo, de la tradicional compañía japonesa, Nintendo. Es por ello que el anuncio de una versión del aclamado Diablo III para el Switch llenó de sorpresa y regocijo a cualquier seguidor de la serie, a pesar de ser un título que originalmente salió en 2012.
Diablo III: Eternal Collection es el nombre del port para la consola híbrida de la Gran N, la cual incluye el contenido original del juego además de las dos expansiones posteriores: Reaper of Souls y Rise of the Necromancer, con todas las clases disponibles: bárbaro, santero, arcanista, monje, cazador de demonios, guerrero divino y nigromante; además de objetos especiales exclusivos, inspirados en The Legend of Zelda, como un skin del villano Ganondorf.
La premisa del tercer Diablo es sencilla y apegada a las bases de la franquicia: 20 años después de lo ocurrido en el juego anterior, una nueva amenaza sacude el mundo de Santuario en forma de una estrella que cae de los cielos, la cual despierta a numerosos seres del inframundo para aterrorizar el pueblo de Tristram, por lo que tu misión será descubrir el origen de dicho suceso y salvar a la humanidad de este peligro.
Para ello, deberás elegir una de las diferentes clases de guerreros ya citadas y utilizar sus habilidades para salir bien librado de las batallas. Cada una de ellas tiene un estilo distinto, por lo que depende de ti encontrar la que mejor te convenga de acuerdo a tus preferencias; esto se diversifica si juegas en compañía de otras personas, ya sea de forma local o en línea, pues puedes armar un equipo diverso que aproveche las fortalezas de sus respectivos héroes para ayudar a tus colegas.
Es esto lo que hace sumamente entretenida la aventura en Diablo III: derrotar a cada espectro y explorar los muchos calabozos del mundo, se vuelve adictivo una vez que descubres tu clase favorita junto a otros jugadores; las mecánicas son amigables y el sistema de progresión es muy sencillo, lo que hace que no te sientas agobiado por los aspectos típicos de un juego de rol, sino que poco a poco te intereses más por probar las nuevas habilidades y atributos de tu personaje.
La lúgubre ambientación y la oscura narrativa, aunadas a un gameplay entretenido y amigable con los primerizos, hacen de ésta una experiencia única en su tipo, que además ahora puedes disfrutar en cualquier parte, gracias a la portabilidad de la consola de Nintendo. Disponible desde el pasado 2 de noviembre, Diablo III: Eternal Collection es un juego obligado para cualquiera que disfrute adentrarse y sobrevivir a mundos peligrosos, máxime si nunca habías tenido la oportunidad de probar los títulos anteriores.
