Desde su nacimiento, Piero, uno de los jueces del ring más carismáticos de AAA, supo que su destino era ser un gran coleccionista, ya que este gran vínculo amoroso por lo histórico lo adquirió por su padre Eduardo, quien fue cronista de Ciudad Madero, Tamaulipas.
En su infancia, el réferi de la Tres Veces Estelar ayudaba a su papá a recortar fotografías y textos para realizar un archivo cultural. Sin embargo, no fue sino hasta que fue a una función de lucha libre que él sintió la necesidad de guardar algunos objetos del pancracio nacional.
“Recuerdo que pronto fuimos a las luchas y me cautivaron los trajes de las luchadoras. Me hice fan de Irma González, Rosy Moreno, Pantera Sureña, entre otras, por lo que comencé a reunir revistas para recortar las figuras femeninas.
“Luego ya guardaba las revistas completas y mi primer artículo de valor llegó cuando La Venus me regaló la primera máscara, estaba rota y la cocí. Posteriormente las dejé rotas para conservar su verdadero valor”, explicó Piero a RÉCORD.
Al pasar de los años, el tamaulipeco se convirtió en réferi y su acercamiento con el deporte creció, lo cual le permitió tener objetos muy valiosos para los fans, como ropa, botas, sillas y cualquier utensilio que las estrellas usaban durante las funciones.
“Sigo siendo un aficionado que se emociona con cada lucha y por eso conservo grandes detalles”, finalizó.