En el primer día de venta de la tarjeta de débito del Metro -la cual cuesta 10 pesos más el monto de la recarga-, la demanda fue tan alta en las estaciones Barranca del Muerto, Mixcoac, Tacubaya y El Rosario, que antes de las 10:00 horas se agotaron.
El STC Metro autorizó la entrega de tres lotes en las estaciones de la Línea 7 con mayor afluencia, por lo que se espera que a finales de mes se agoten los 50 mil plásticos que forman la primera de tres etapas de venta.
Según personal de este transporte, los usuarios más interesados en adquirir la tarjeta fueron las amas de casa, pues les facilita tener una cuenta bancaria propia sin necesidad de cumplir ciertos requisitos de los bancos. Además, posteriormente los usuarios de la tarjeta podrán solicitar préstamos.
“Me parece algo muy novedoso y accesible para mí y mi familia, por eso vengo por tres tarjetas, dos para mis hijos y otra para mí. Pero sí me costó trabajo encontrarla porque en Barranca del Muerto ya no había, fue hasta San Antonio donde había muchas”, contó la usuaria Beatriz López a la Contra.
Ni tan práctica: hay usuarios que 'se hacen bolas'
La mayoría de los usuarios que compraron la nueva tarjeta de pago para transporte público capitalino, eran jóvenes de entre 20 y 30 años, la generación ‘millennial’.
Pero también había otras personas, como María Esther -de 50 años- que no sabía de la nueva tarjeta, hasta que un empleado de la CDMX le explicó.
Se formó por curiosidad. Una vez que obtuvo la tarjeta, preguntó cómo podría activarla y le dijeron que era necesario hacerlo a través de una computadora o un celular.
Entonces María Esther desistió rápidamente de la tarea, al asegurar que el procedimiento era complicado para ella. “Voy a pedirle a mis hijos que me ayuden”, dijo.