Manifestantes de grupos judíos, musulmanes, afroestadounidenses y latinos se apostaron muy cerca de uno de los escasos accesos públicos al amplio perímetro de seguridad levantado varias manzanas alrededor de la Casa Blanca con gorras negras que rezaban en inglés "No es mi presidente".
Activistas hispanos se sumaron a una coalición diversa de grupos que salieron a las calles de Washington D.C. para expresar su descontento con la investidura de Donald Trump.
La estudiante de ingeniería civil Brenda Pérez participó en la manifestación porque a su juicio "llegó el momento de que nuestras comunidades se unan para pelear. Trump tiene mucho odio y él no es bienvenido aquí en Washington".
Por su parte, María Alejandra Salas decidió sumarse a la protesta para "dejar en claro que no permitiremos que Trump criminalice a nuestras comunidades".
"La movilización es algo simbólico. Queremos demostrar que aquí en Washington hay gente que se le opone", dijo la peruana de 27 años que emigró a Estados Unidos en 1998.
Salas y Pérez pertenecen a Mijente, una organización que defiende los derechos de los inmigrantes no autorizados.
En Nueva York, una treintena de inmigrantes hispanos se unieron a una concentración organizada por la Federación de Centros de Trabajo de Nueva York frente al Trump International Hotel & Tower para anunciar que seguirán luchando por sus derechos.
Los manifestantes sostenían carteles que rezaban: "Los inmigrantes hacen que América sea grande" y gritaban lemas como "No hay odio, no hay miedo, los inmigrantes son bienvenidos aquí".
Una de las imagenes que dejaron estas protestas, que no sólo acontecieron en EU, fue la de un hombre que se dirigía a la embajada estadounidense en Londres, Inglaterra, junto a su perro disfrazado con una peluca y traje parecido al de Donald Trump, cargando en el lomo un muñeco con el rostro del presidente ruso, Vladímir Putin.
Además de las movilizaciones que se registraron en Washington D.C., ciudadanos alrededor de todo el mundo también mostraron su rechazo al nuevo presidente de los Estados Unidos.
En ciudades como Madrid, España; Bruselas, Bélgica; y Hamburgo, Alemania; se reunieron varios grupos con pancartas y mensajes de repudio hacía Donald Trump.