En un acto de cobardía y cinismo, un asaltante tomó de rehén a una niña de 10 años para amenazar y cometer con éxito su robo en una carnicería de Monterrey.
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La cámara de seguridad del establecimiento captó el momento en el que los delincuentes ingresan al local y uno de ellos toma del cuello a la pequeña, en cuestión de segundos intimida a la cajera advirtiéndole que si no coopera la niña sufriría las consecuencias.
Al final, la empleada accedió a las peticiones y entregó cerca de nueve mil pesos a los malhechores.
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