Pompeyo González, de 76 años, ha sido sentenciado a 18 años de prisión por la Audiencia Nacional por enviar sobres con artefactos explosivos a diversas personalidades, incluido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, en noviembre de 2022.
En el fallo judicial, los magistrados han dictaminado una condena de diez años de prisión para el acusado por un delito de terrorismo, a la que se suman otros ocho años por delito de fabricación, posesión, colocación y uso de artefactos explosivos, inflamables o incendiarios con fines terroristas. A pesar de que el acusado negó los crímenes desde el principio, las pruebas recopiladas han sido contundentes para los jueces.
¿Cuál era el objetivo de Pompeyo?
Pompeyo González remitió seis misivas con paquetes explosivos de madera a diversos destinatarios, entre los que se encontraban el jefe del Ejecutivo, la titular de Defensa, los directores del Centro de Satélites de la Unión Europea, la compañía de armamento Instalaza, así como los embajadores de Estados Unidos y Ucrania en España. La detonación tuvo lugar en la embajada de Ucrania, causando heridas a un miembro del personal de seguridad.
El condenado tenía una afinidad con Rusia y se oponía a la ayuda a Ucrania en la guerra. Utilizó dispositivos electrónicos y una VPN para ocultar su identidad. Su objetivo era causar conmoción en la sociedad española para presionar a los gobiernos de España y Estados Unidos a dejar de apoyar a Ucrania en su conflicto con Rusia.
Pruebas contra Pompeyo González
El tribunal resolvió que a pesar de la negación del acusado, hay múltiples pruebas que lo incriminan. Las explicaciones dadas por Pompeyo González para justificar sus actividades en internet y las compras de materiales y herramientas son consideradas escasamente consistentes y desvirtuadas por el acervo probatorio. Se ha acreditado que adquirió en plataformas de comercio electrónico sobres, etiquetas, herramientas y otros componentes para la fabricación de artefactos.
El acusado tenía herramientas y componentes para fabricar artefactos explosivos en su domicilio, con restos de sustancias químicas similares a las encontradas en artefactos recogidos en embajadas y en una empresa. Durante las vigilancias previas a su detención, se deshizo de fragmentos de tornillos, brocas, tubos metálicos, clavos y cerillas, utilizadas para la fabricación de cargas explosivas.
La sentencia detalla las pruebas recabadas durante la investigación, incluyendo el seguimiento de envíos postales desde Burgos, la consulta de webs oficiales antes de enviar los paquetes, la búsqueda de información sobre explosivos y tarifas postales, y consultas sobre identificación de huellas dactilares, abogados penalistas y requisitos para entrar en Rusia.