Un joven estadounidense tomó la decisión de adoprtar un cachorro de perro el cual era anunciado en un letrero, sin embargo con el paso de las semanas se dio cuenta que su mascota no era específicamente un can, sino un lobo.
El cachorro que fue nombrado Neo, empezó a comportarse de una manera extraña al resto de las mascotas de los vecinos del muchacho el cual reside en la ciudad de Tucson en Arizona.
Neo comenzó con actitudes asustadisas, no le gustaba pasar mucho tiempo con los humanos y era demasiado nervioso.
Al llevarlo a un centro de animales para que lo revisaran, Maureen O'Nell, CEO de la organización, pregunto a sus duelos ¿Eso no es un perro verdad? a lo que los dueños respondieron "Eso mismo nos estamos preguntando.
Tras enterarse que su mascota era un lobo y no un perro, los dueños llamaron a Wolf Connection para pedir ayuda ya que estaban faltando a la ley del estado de Arizona la cual especifica que está prohibido tener este tipo de animales en el hogar.
Wolf Connection dio cobijo a Neo y ahora se encuentra en el santuario de Lobos ubicado en California.