Un empresario francés demandará por 45 millones de euros a la compañía internacional de transporte privado, Uber, por ser causante de su divorcio después de que la plataforma remitiera datos de sus desplazamientos al móvil de su mujer.
En una ironía de la vida, el habitante de Costa Azul, sufrió un revés de la tecnología y contradijo la famosa frase de Bill Gates, 'el ordenador nació para resover problemas que antes no existían'; sin embargo, en un fallo informático, la empresa envió datos sobre sus movimientos al teléfono de su esposa, lo que causó sospechas de su infidelidad y lo que impulsó a su divorcio.
Los detalles de sus viajes iban apareciendo también en el iPhone de la mujer, con el nombre del chófer, la hora de llegada y el destino final, sin que él estuviera al tanto.
El Tribunal de Grasse, en la Costa Azul, celebrará un primer juicio de este caso el próximo mes.