El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, integró a personalidades polémicas en su gabinete, que podrían afectar a grupos minoritarios, según especialistas.
Personas millonarias, conservadoras y con formación militar: éste es el perfil del equipo que acompañará al magnate republicano a partir del próximo 20 de enero, día en que comenzará sus funciones en la Casa Blanca.
Además hay personajes que desde los cargos que ocuparán pretenden dar marcha atrás a medidas de Barack Obama en temas ambientales, de salud y laborales, además de los polémicos asuntos migratorios y de seguridad nacional.
John Kelly, por ejemplo, como futuro titular del Departamento de Seguridad Nacional, ya desató la alerta de expertos migratorios, pues sería la primera vez que un militar ocupe esa posición creada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Jeff Sessions, quien será el Fiscal General, es un político de ultraderecha que, entre otras características, es simpatizante de la organización racista Ku Klux Klan.
Otro caso llamativo es el de Scott Pruitt, quien encabezará la Agencia de Protección Ambiental, y se caracteriza por no creer en el cambio climático, y ha demostrado su postura luchando en contra de las políticas de medio ambiente del presidente Obama.