Barras: El nombre de la impunidad - Ignacio Suárez | RÉCORD
Opinión

Ignacio Suárez

El Fantasma ha recorrido el mundo del deporte a través de 6 Mundiales, 10 Copas América y 5 JO. Aportará a RÉCORD su conocimiento y exclusivas.

Barras: El nombre de la impunidad

2022-03-09 | Ignacio Suárez
IGNACIO SUáREZ
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De nueva cuenta esta columna es de esas que te estrujan el alma, que duelen, que te llenan de rabia, de impotencia, es de esas historias de las que NO hubieras querido escribir jamás.

Las imágenes de lo sucedido el pasado 5 de marzo en Querétaro, taladran en mi cabeza. Jamás en mi vida de periodista deportivo había atestiguado semejante crueldad y saña de un ser humano contra otro dentro de un estadio de futbol y menos en México.  

Sobre las malditas barras he escrito varias veces, lamentablemente para contar historias trágicas, historias de muerte. Más lamentable es aún que ahora vuelven a coincidir los actores de aquellas columnas. En el 2017 escribí: 'El último grito de gol; la muerte de un barrista', en la cual relaté la historia de cómo la barra queretana de 'La Resistencia', en un enfrentamiento contra 'La Monumental' del América, terminaron apuñalando por la espalda al jovencito Christian Briones, de solo 16 años, que había acompañado por primera vez a la barra.  

Fue un crimen perfecto, NO hubo detenidos, no hubo culpables... nadie más se ocupó de buscar justicia para Christian, ni siquiera su familia por la falta de recursos. En una de esas su asesino fue de los que volvió a delinquir en el estadio el sábado pasado. 

IMPUNIDAD 

Muchos meses después publiqué una serie de tres entregas de la muerte de Jorge Alcántara, un amante y barrista del Atlas, que fue asesinado a golpes, no por una barra del equipo rival, sino por otra barra del equipo rojinegro con la que tenían una disputa por lugares y boletos.

Aquella negra historia sucedida en febrero del 2020 la titulé: 'Jorge, el asesinato de una barra amiga'. ¿Saben qué pasó con los asesinos de este chico de 28 años? NADA, su asesinato quedó impune. Quizá algunos de sus asesinos hayan estado también el sábado en La Corregidora ¿cómo saberlo?  

Pasaron días, meses, años, y a pesar de las evidencias NADIE se atrevió a tocar a las barras, a sacarlas de los estadios, a regularlas. ¿Cómo hacerlo? Era la pregunta, y entre las dudas, miedos y contubernios, las dejaron seguir operando, era lo más sencillo.

La ausencia de decisiones drásticas fortaleció a estos grupos, que se sintieron dueños de los equipos, sometieron y rebasaron a las autoridades. Finalmente llegó el día que estas escorias futbolísticas, sicarios disfrazados de aficionados, decidieron hacer llegar al mundo entero las abominables imágenes de sus actos.  

A escena, otra vez viejos muy conocidos: La Resistencia y la Barra 51. La rivalidad entre estos grupos es brutal, añeja, burda. Hay muchas cuentas pendientes por cobrar ente ambos bandos. Las historias de madrizas bestiales entre ellos comenzaron desde el 2007, dentro y fuera de la misma Corregidora, la cual se fue agudizando en los últimos tiempos. 

Para ningún aficionado de Querétaro le era desconocido que los juegos ante Atlético de San Luis, León y Atlas, eran de muy alto riesgo, por la enorme revalidad entre las barras.

De acuerdo con los testimonios y evidencias que hemos venido recabando en los últimos días, luchando y confrontando los dichos contra los hechos pudimos enarbolar una tesis y armar el rompecabezas de cómo sucedieron los hechos. Fue una lucha titánica para descartar elementos, por la vorágine de fake news y desinformación que surgieron.  

A continuación, y sin el menor afán de ni siquiera pretender tener la verdad absoluta pondré a su consideración la cronología de lo que he investigado, recolectado y documentado sobre los hechos para que el lector analice los hechos con base a su propio criterio.  

EL PLAN: BAJAR LOS HUMOS 

Semanas antes del juego entre Querétaro y Atlas, se reunieron en una casa del municipio de Colón algunos miembros de 'La Resistencia', y ahí echando chelas planearon una estrategia para “reventarles la madre (sic) a esos gueyes del Atlas”. 

La intención, me dice un barrista arrepentido que asegura estuvo en esa reunión era que había que darle a la Barra 51 “un pinche escarmiento como nunca antes, ya que, si antes eran muy echadores y mamones, ahora vendrían mucho más alzados ya como campeones, así que había que bajarles los humos de grandeza”. 

Y era cierto, pues era común que, sin recato alguno, cuando la Barra 51 y otras hacían reuniones virtuales para planear los juegos en audio y video, se jactaban de “ser la barra más pasada de ver&%$ ¡la del Atlas! ¡Somos los más ver&%$ y le vamos a poner una ver%$iza a la Rebel...”, estas frases se pueden escuchar en el video de un barrista apodado 'El Reno', cuando iban a enfrentar a los Pumas hace unas temporadas.  

 

 

Y eso presumían cuando estaban al borde del descenso, imagínense cómo esperaban que fueran ahora en su calidad de campeones. Evitar a toda costa esa presunción en su casa de La Corregidora fue la motivación para diseñar la estrategia de ataque.  

ABREN 'LA JAULA' 

En Querétaro, se acostumbra desde hace años 'encapsular' a las barras de los equipos visitantes desde su llegada. Los autobuses entran a una zona especial que esta enrejada, sin acceso al público, para evitar confrontaciones.

De ahí, los llevan a la tribuna que les tienen asignada. Ahí están enrejados, literalmente enjaulados. Nadie de otro sector puede entrar ahí, hay puertas cerradas con candados y con malla de ambos lados para evitar confrontaciones. 

Los ideólogos de 'La Resistencia' sabían que había que jugar con el factor sorpresa contra la Barra 51. ¿Qué tenían que hacer? Simplemente 'abrir las puertas de la jaula', de esa manera estarían rodeados y a su merced, no tendrían escapatoria. ¿Cómo abrirlas sin despertar sospechas de los Rojinegros? El mecanismo fue simple, infiltrar en el cuerpo de seguridad que cuidaba esas puertas a gente de la propia barra queretana o afin de ellos, para que quienes eran los encargados de cerrar las puertas de la jaula, también las abrieran a una orden suya.  

No les costó ningún trabajo, me aseguran que Rafael Almicar, el líder de 'La Resistencia', tiene o tenía nexos muy cercanos con la empresa G.S.E. K9, quien tiene el contrato de seguridad con el equipo de Querétaro.

Infiltrar a su gente como miembros de seguridad fue extremadamente sencillo. Era una empresa 'patito' que días antes de cada juego solicitaba personal para que trabajara como seguridad en los juegos de los Gallos Blancos

 

Para ser seguridad NO se necesitaba ninguna experiencia, solo necesitabas tener INE, pues me dicen que ni siquiera se ponían exigentes si no llevabas tu carta de antecedentes NO penales. Te presentabas al juego, te daban tu playera, y al final recibirías 300 pesotes. Así de protegidos estaban los aficionados dentro. Ahorrar dinero a la empresa de Solares, Velarde y Taylor, les salió muy caro.  

COORDINACIÓN DE INFILTRADOS  

Los infiltrados tomaron la 'vigilancia' de las puertas de la jaula. Solo esperarían la orden para abrirlas. Minutos antes, algunas decenas de barristas de la Resistencia dejaron las gradas, salieron rumbo a los pasillos para pasar desapercibidos y llegar a la Barra 51 desde las puertas de acceso. Literalmente los rodearían. Tenían que coordinarse, y usaron equipos de intercomunicación para cuando todo estuviera listo, a los mismos que vimos golpeando a los barristas. 

Los videos podrían considerarse evidencia plena de lo que nos dijeron aquellos barristas. Vemos a la gente de seguridad abriendo las puertas. Viendo cómo llegaban barristas con sillas por las entradas exteriores a espaldas de la barra de los atlistas. NO había escapatoria, ante la emboscada, huyeron por todas partes, hacia preferente, hacia general. Y ahí se complicó todo.  

En esas zonas había decenas o centenas de aficionados al Atlas con sus familias o con amigos, que nada tenían que ver con la porra. Los barristas de 'La Resistencia' no tenían cómo saber quién sí y quién NO, así que cada aficionado con playera del Atlas debía ser masacrado.

Cuando notaron que se quitaban la playera y corrían semidesnudos, les sirvió para identificarlos. Cada aficionado SIN playera o con la de los Rojinegros era enemigo. Por eso muchas mujeres escaparon, cuando aficionados queretanos, les prestaron una playera para quitarse la del Atlas y no ser agredidas. 

Lo que sucedió después, usted, el mundo y yo lo vimos. No es necesario reproducir los hechos o narrarlos. La saña fue inaudita, bestial, incomprensible. ¿Por qué desnudarlos? “Es que así actúa el narco”, “Se trató de una venganza del cartel del huachicol contra el Cartel Jalisco Nueva Generación” dijeron algunos medios y aparecieron en las redes panfletos con amenazas y adjudicándose los hechos, mismos que no pudieron confirmarse como verídicos. 

NO FUE NADA DE NARCOS 

La saña fue terrible y la pregunta inevitable: ¿Fue un mensaje para el CJNG? ¿Por qué los desnudaron? Les pregunté a los barristas. ”Nel, la verdad es que la gente del Pablín (Pablo Mendoza) se pasó de lanza" ¿Quién es él? -pregunté- "Es uno de los líderes de la barra, está metido duro en el huachicol con los del 'Cártel de Santa Rosa', aquí antes de Celaya. Él siempre ha sido barrista de jale (sic) y pues su gente son narquillos y tienen esa costumbre de encuerar a sus víctimas de los cárteles rivales para exhibirlos como trofeo, y pos aquí en el estadio con los batos del Atlas, se les quedó la costumbre". ¿Entonces NO fue una lucha con mensaje para el otro cártel? -le insistí- “¡Chingao, te digo que NO! Los trajo para apoyarnos y madrear bien a la 51, que no se pasaran de lanza y que no nos presumieran en nuestra cara. Como íbamos perdiendo y ellos empezaron a cantarnos y burlarse, ahí vino la orden”. 

Pudimos encontrar la cuenta de Facebook de Pablo Mendoza, 'El huachicol', que en el colmo del cinismo escribió que su cuenta que labora en Pemex. Tanto él, como Rafael Almicar, el líder de la barra, cerraron todas sus cuentas. 

¿MUERTOS O DESAPARECIDOS?  

Las escenas son tan terriblemente brutales, que es casi imposible creer la versión oficial en la que el Gobernador Mauricio Kuri ha insistido una y otra vez. ¡NO hay NINGÚN muerto! Y cómo creer en los políticos y sus versiones oficiales, después de lo de Tlatelolco en 68, la verdad histórica de Ayotzinapa o el reciente fusilamiento de San José de Gracias, Michoacán, donde tampoco hay cuerpos, ni muertos, solo oficialmente desaparecidos.  

Cómo creer cuando podemos ver que cuatro policías, estos sí policías municipales, contra TODO lo que aconsejan los protocolos médicos, levantan y arrastran por todo el pasillo a un barrista desnudo, politraumatizado, inerte ¿Lo estaban rescatando o se lo estaban llevando para ocultar su muerte? Las imágenes, plantean de menos, esta duda razonable.  

Una madre de familia de Guadalajara me compartió un chat de madres, donde una de ellas, asegura que José Jiménez Cantú, un jovencito de 15 años murió por los golpes recibidos. Pero hay un audio que les compartiré de un miembro de la Barra 51, que la noche de ese trágico sábado, llorando les agradece a sus amigos su preocupación, relata lo vivido, cómo los emboscaron y cómo tuvo que dejar 'al Mendoza' en el estadio porque había muerto. Su relato es estremecedor. 

 

 

Este relato sobre la muerte de 'El Mendoza' coincide con la lista que proporcionó el barrista 'Ray' de la Barra 51, a Danielle Dithurbide, de Foro TV en Televisa, el día de ayer, martes.

En la entrevista el barrista es muy claro y reiterativo: “Hasta hoy tenemos cinco desaparecidos de los cuales NO sabemos nada” y en la lista de cinco, que más tarde nos proporcionaron a nosotros, está Gustavo Mendoza”, quien presumiblemente se trata de 'El Mendoza', que se menciona como muerto en el audio. 

Otro nombre que no aparece en la lista oficial, en hospitales que proporcionó el Gobierno queretano, es el de Arturo Buenrostro, y que se encuentra en calidad de desaparecido, hasta el momento de escribir esta columna. Entrevistada la noche del sábado, una chica con lágrimas en los ojos y con la playera del Atlas, afirma que, le confirmaron que su amigo Arturo Buenrostro está muerto.  

OTRAS VÍCTIMAS 

¿Por qué NO está Arturo Buenrostro en su lista de desaparecidos? Le preguntamos a un miembro de la Barra 51, que muy enfático afirmó: “Mira carnal, aquí te va lo real, lo real. Hay una desinformación ¿por qué? Porque no toda la gente que cayó era de la barra wey ¿me entiendes? Estos weyes están viendo supuestamente por gente de la barra, pero hay mucha afición desparecida, es lo que no entienden. Mucha gente que no era ni de Guadalajara, por eso acá no lo reclaman...” 

 

 

En esta historia, todavía hay muchas verdades y mentiras a medias. Al menos ya hay detenidos y aunque son pocos, eso es un avance. Ya hay castigos, para muchos muy laxos, para otros justos, pero a las barras NO las tocaron NI con el pétalo de una rosa, solo Grupo Orlegi presentó un proyecto para quitar el anonimato en tribunas y que cada boleto tenga una identificación, algo que deberán pulir, pero se aplaude el intento. El resto calló como momia, por miedo o por precaución.  

En lo que no hay polémica ni discusión es que escenas dantescas como las del sábado en Querétaro NO se deben repetir jamás.... en esta historia, todavía hay muchos eslabones sueltos, muchas piezas del rompecabezas que faltan colocar para encontrar la verdad en este mar de estiércol y violencia...  

Esta historia NO termina aquí....  

“No hay nada tan peligroso como la impunidad, amigo mío, es entonces cuando la gente enloquece y se cometen las peores bestialidades, no importa el color de la piel, todos son iguales”, Isabel Allende.

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