El bullpen se convirtió en el hábitat natural de Luis Cessa en Grandes Ligas. El mexicano adquirió un rol como relevista con los Yankees y es gracias a sus certeros lanzamientos cuando el equipo está en aprietos que ha podido permanecer en una institución donde la presión por la urgencia de títulos —siendo el último obtenido en 2009— ejerce una poderosa tensión sobre los hombros de quienes portan la histórica franela del equipo más ganador de Grandes Ligas con 27 campeonatos.
“Este es un equipo que sin campeonato es una temporada mala”, reconoce el veracruzano en una videoconferencia. “No importa que tengamos una temporada regular buena si al final del año no somos campeones es una temporada mala. Sí existe la presión, hemos estado cerca pero hemos enfrentado muchas cosas, entre ellas las lesiones”.
Pero el nacido en Córdoba, Veracruz ha sabido lidiar con esa presión. Quique trabaja arduamente tanto física como psicológicamente para soportar la coacción ejercida por una afición ávida de títulos, pero sobre todo, lo hace liberando esa tensión en un grupo de mensajería instantánea que tiene con otros peloteros mexicanos, con quienes formó una red de apoyo que los sostiene uno a otro durante la temporada de MLB.
“La regla número 1 es mantenerse saludable la temporada, eso te abre muchas puertas, porque si estás lesionado no puedes mostrar lo que tienes. Y dos, el trabajo fuerte, es estar listo para cuando te den la oportunidad y tratar de hacer un buen trabajo, siempre son ventanas que se abren cuando te den esta oportunidad y demostrar lo que tienes y eso te va abriendo el camino; ha sido la fórmula mantenerme saludable y aprovechar esas pequeñas ventanas y demostrar lo que tengo”, explica.
“No tenemos un grupo tan extenso, pero está Gerardo Reyes, Giovanny Gallegos, estoy yo, está Ramón (Arano), Luis Urías. De vez en cuando comento con algunos veteranos mexicanos como Oliver Pérez, un retirado como Rodrigo López. Y sí, tenemos una relación muy buena, a lo mejor es difícil porque en la temporada no nos vemos, pero siempre tenemos un grupo y por ejemplo, si a Gallegos le va muy bien, mandamos video y felicitación en el grupo y se empieza a felicitar o en momentos malos tratar de dar ánimos. Es una relación a lo mejor no diaria pero en la temporada se mantiene conversación entre varios mexicanos”, comparte.
La temporada pasada, Cessa fue testigo de la irrupción de Julio Urías en el montículo que lo llevó a tirar el último out con el que los Dodgers pusieron fin a una racha de 32 años sin títulos. Un momento histórico para el beisbol mexicano y que llenó de orgullo al veracruzano de 28 años, quien espera que este mismo año sea él con los Mulos quien dispute el Clásico de Otoño.
“Uno quisiera estar en esa situación y estar ahí en una Serie Mundial. Pero a lo mejor se siente un sentimiento muy bonito, de alegría al ver a dos mexicanos llegar a Serie Mundial y verlos ganar de una manera en que Urías y Víctor González se lucieron, obviamente en Serie Mundial tuvieron tremendos juegos. Ver sacar a Julio ese último out para quedar campeones, claro que te inspira, te dan ganas de llegar y ser tú el que está ahí y vivir esa emoción y sentimiento de tirar en Serie Mundial y ganarla, por supuesto que es algo que inspira y quiere y hace trabajar más para llegar a eso”, puntualiza.