Los Raiders, sin duda, están en casa. Desde que la NFL anunció que Oakland sería uno de los equipos que rompería el ayuno de 11 años sin un juego en nuestro país, la locura mexicana por la ‘maldad’ se desató.
Esta noche, el Estadio Azteca estará pintado de plata y negro para recibir a uno de los equipos más queridos en nuestro país, pues su historia y sus hazañas han sido abrazadas de generación en generación, colocándolos dentro del Top 10 en el gusto de la fanaticada nacional.
El tradicional amor que los mexicanos sienten por esta franquicia podría ir más allá de un gusto deportivo. California, estado de la Unión Americana donde más paisanos residen, es el hogar de los ‘Malosos’, por lo que el cariño hacia el equipo es un lazo que permite que los colores de la franquicia se sientan como ‘nuestros’, pero con tintes tricolores.
Además, el romance entre nuestro país y Raiders es bien correspondido. Embajadores y mismos jugadores del plantel actual han mostrado su emoción por jugar ante ‘su gente’, en el Coloso de Santa Úrsula.
El corredor estelar del conjunto, Latavius Murray, previo a la temporada 2016, visitó la Ciudad de México para convivir con sus seguidores y asegurarles que el país sería una fiesta total llena de adrenalina.
Por su parte, la ‘Nación Raider’ del país volverá a explotar con esta visita, pues la sequía de no ver al equipo duró poco más de 15 años, luego de su caída ante los Vaqueros, en el Azteca, en el 2001.
Hoy pinta para ser diferente. Los Raiders llegan como amplios favoritos en el segundo juego de temporada regular que se vivirá aquí.
No sólo los comandados por Derek Carr llegan como líderes de su división, sino que por primera vez en 14 años saborean los Playoffs.
Sin embargo, los números pueden jugar en su contra, pues en cada partido disputado en México, el favorito ha caído. Pero para sobrellevar esta dura prueba que los impulse a Postemporada, Oakland hará uso de su arma más poderosa, su ‘Malosa Nación Tricolor’.