El presidente de Estados Unidos, Donald Trump ganó más enemigos tras insultar a los jugadores de la NFL que se arrodillaban durante el Himno Nacional de este país en señal de protesta contra el racismo y pedir a los dueños de los equipos que despidieran a quien lo hacia.
Tom Brady, el quarterback de los New England Patriots, se mostró en desacuerdo con el mandatario y aseguró haber sido bendecido por compartir su carrera con personas diferentes, únicas y especiales.
Asimismo, el dueño de los Pats Robert Kraft lanzó un comunicado en el que reprueba la postura de Trump y se dijo orgulloso de estar asociado con grandes jugadores que contribuyen dentro y fuera del terreno de juego, mismos que contribuyen para que haya una sociedad unida.
Kraft, no fue el único propietario en oponerse a las ideas del presidente estadounidense, Jerry Jones dueño de Dallas Cowboys se arrodilló junto a su equipo frente a la bandera de su país. Posteriormente se levantaron tomados de las manos y cantaron el himno.
El quarterback de Green Bay Packers Aaron Rodgers también de pronunció en contra al compartir una fotografía en su cuenta de Instagram en la que aparece de rodillas con varios compañeros acompañada con las leyendas: "Unidad, fraternidad, familia, dedicación, amor".
Otro de los jugadores de la NFL que levantó la voz fue, Matt Ryan, quarterback de Atlanta Falcons, quien se dijo en total desacuerdo con Donald Trump.