Nuevamente, el 'Chicharito' es noticia. Desafortunadamente, es por negarse a firmar una bandera mexicana y reaccionar de forma despectiva. Además, por no permitir el acercamiento de un niño aficionado para lograr un autógrafo y una selfie. El tema de la bandera ya fue cubierto por otros medios, aclarando que el 'Chicharito', por ley, hizo lo correcto; sin embargo, la forma no fue la mejor, ya que en lugar de devolver la bandera, al parecer la tiró al suelo, lo que incrementó la percepción negativa hacia él. Del tema del niño, es desafortunado, pero a veces entendible.

Cuando una figura pública se comporta con una diva o divo, se aleja de la gente y genera críticas en medios y redes sociales. La expectativa del admirador, cuando tiene la oportunidad de acercarse al personaje en cuestión, es siempre de ser correspondido. Me parece una consecuencia natural, pero también una exigencia muy alta.

El concepto de divo se refiere conceptualmente al de una deidad, un dios, pero también se usa para definir a una persona engreída o creída de sí misma. Sin duda alguna, cuando las personas admiradas muestran falta de humildad, decepcionan a sus seguidores y son susceptibles de crítica.

Quisiera rescatar que 'Chicharito' se ha sumado a muchas causas buenas y que, además, suele ser cercano y amable con sus admiradores. Sin embargo, utilizaremos este mal momento para reflexionar cuando nuestro comportamiento es altanero o engreído.

Esperar que una figura pública se comporte todo el tiempo en función de lo que otros esperan de él, es prácticamente imposible. Todos tenemos momentos buenos y malos, a veces tenemos paciencia y a veces no. En ocasiones experimentamos un hartazgo o una necesidad de aislarnos de las situaciones públicas o de responder a entrevistas con temas delicados.

Yo fui testigo en Alemania de una ocasión en la que la Selección Mexicana se transportaba en su acostumbrado camión después de su entrenamiento y se topó con un grupo de aficionados afuera del estadio. Por iniciativa de algunos jugadores, el camión paró su marcha, bajaron y saludaron a los aficionados. Fue un momento mágico y de enorme gratitud por los que ahí esperaban. Se pudo cumplir con la expectativa, aunque no siempre puede ser así.

A la mayoría de nosotros, el término divo nos queda grande; sin embargo, podemos cuestionarnos sobre las ocasiones en que nuestro ego nos lleva a conductas desagradables. Cuando no valoramos la conversación con una persona que al parecer no sabe tanto del tema como nosotros; cuando somos despectivos con otras personas con un nivel socioeconómico menor; cuando somos irrespetuosos de otros que quizá tengan menor experiencia o sean novatos en la materia. En fin, el no ser empáticos y cercanos con otras personas que tal vez nos aprecian, será siempre un gesto de mal gusto.

Estimados lectores y lectoras, mantengamos un perfil sencillo y amable, no importan nuestros títulos académicos, puesto profesional, ingresos o experiencia en alguna materia. Permitamos a otros acercarse a nosotros con gratitud y valoremos cuando nos necesitan o nos admiran por alguna causa y permitamos compartir lo que hemos logrado con naturalidad.

Dice el dicho que “Una golondrina no hace verano”. No acabemos con el 'Chicharito' por esta situación. Hay cosas mucho más importantes que resolver en cuanto a su inclusión en la Selección Mexicana como para limitarnos a este hecho que, dicho sea de paso, espero no se vuelva a repetir por lo costoso del asunto en cuanto a críticas, y porque puede nuestra falta de sensibilidad a los aficionados.

“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.

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Ante la falta de liderazgo, instructores, capacitación y gente que quiera trabajar para mejorar el arbitraje, difícilmente veremos mejoría.

La lucha de poder dentro de la Comisión de Árbitros, la deslealtad y la desunión que ellos han propagado da como resultado que el arbitraje no mejore y sigamos viendo horrores, urge una administración sólida que obligue a los comisionados y árbitros a tener mayor compromiso y responsabilidad en su trabajo.

Y si no sirven hay que hacer una buena limpia, lo que vimos en la Jornada 6 da pena; sólo Guerrero y Ortiz salieron bien librados, los demás están estancados, incluyendo al mundialista, ojalá y alguien nos diga quién es el encargado de la capacitación del VAR, porque hay que correrlo, ya que es un desastre: sexta jornada y no puedo encontrar una buena, ojalá y mejoren, da tristeza ver cómo se está desmoronando el arbitraje.

LA JORNADA

Hay gente que es altamente capaz para ocasionar problemas: Adonai Escobedo y Óscar Macías lideran ese rubro, ambos con serios problemas en el área de penalti y la calificación de faltas.

Adonai sancionó una pena máxima a favor de Chivas, porque el VAR lo asesoró, pero tenía que expulsar al jugador de Pachuca por evitar un gol con la mano, increíble que jugadas tan evidentes no las vean.

Lo que ocasionó que estallara la bomba fue no sancionar el penalti a favor de Pachuca por mano de Briseño. Por un error arbitral expulsó a Almada y mostró otras amarillas.

Macías estuvo en el León contra América, mucho partido para él, desde que no se atrevió a expulsar a Valdez se perdió y el VAR se vio en la necesidad de arbitrar el partido porque no daba una, ambos son un terror y están en terapia intensiva dentro del arbitraje.

Diego Montaño, vaya penalti que no sancionó a favor de Monterrey, vio la mano porque en su mímica corporal les dice a los jugadores que sí es mano, pero no sancionable, qué cosa tan horrorosa, síganle dando, echando a perder se aprende.

El mundialista 'Cesarín' Ramos sólo se comió un penalti a favor de Santos, como ya está seguro en el Mundial y le prometieron la Gran Final del torneo, le vale mother todo.

Ismael López, en Tigres-Querétaro, muy bien sancionado el penalti de Lichnovsky, pero era tarjeta roja, una patada en la cara o en el hombro no puede ser amarilla. Le gritaron, encararon y se asustó, no manden a la guerra sin fusil a estos jóvenes.

Otro que ya no puede arbitrar es Yair Miranda, ya que con una jugada echó a perder el partido, el gol de Cruz Azul viene precedido de una clara falta de Rotondi, quien empuja por la espalda a un adversario.

Yair estaba a un lado de la jugada y no la sancionó, pero lo premiaron con otra designación el domingo en el Pumas-Monterrey fue de VAR donde no le avisó a Diego Montaño del claro penalti contra Pumas.

Aplaudo la actitud de Marco A. Ortiz, el único que da la cara por el arbitraje, el único que se hace respetar, 15 minutos le bastaron para tomar el control del partido, ya que cuando amonestó a Cortizo el partido fluyó totalmente.

Felicitó a la árbitra Katia Itzel García, que fue bien auxiliada por Karen Díaz y Enedina Caudillo en su debut en Expansión en el partido La Paz-Celaya, ya había tenido la oportunidad de verla arbitrar en femenil donde se desempeña con buenos trabajos, pero si quieren continuar dándoles oportunidad a las árbitras en esta categoría hay que trabajar mucho con ellas.

En el caso de Katia hay que corregir su técnica para arbitrar y desplazamientos en el terreno de juego, estorba y le da la espalda a la jugada, tiene serios problemas en la lectura de partido y no sabe anticiparse, se desconcentró cuando tuvo que cambiar una amonestación, ya que se había equivocado de jugador, felicidades y que sigan los éxitos.

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