El gobierno del presidente Donald Trump anunció el miércoles una demanda contra el departamento de educación de Maine por no cumplir con las medidas del gobierno para prohibir la participación de atletas transgénero en deportes femeninos, intensificando una disputa sobre si el estado cumple con una ley federal que prohíbe la discriminación en la educación con base en el sexo.
La demanda se produce tras semanas de disputas entre el gobierno republicano y la gobernadora demócrata Janet Mills, lo que ha generado amenazas de cortar fondos federales cruciales y un enfrentamiento en la Casa Blanca cuando ella le dijo al presidente: “Nos veremos en los tribunales”.
“Seguiremos luchando por las mujeres”, dijo la secretaria de Justicia Pam Bondi en una conferencia de prensa junto a la exnadadora de la Universidad de Kentucky Riley Gaines, quien se ha convertido en una figura pública de la oposición a los atletas transgénero.

Los departamentos de Educación y de Salud y Servicios Humanos de Trump han dicho que la agencia de Maine viola el Título IX, que es la ley federal antidiscriminación, al permitir que las niñas transgénero participen en equipos femeninos.
Las autoridades de Maine se han negado a aceptar un acuerdo que habría prohibido la participación de los estudiantes transgénero en los deportes, argumentando que la ley no impide que las escuelas permitan la participación de atletas transgénero.
Trump firmó una orden ejecutiva en febrero, denominada “Mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos”, que otorgó a las agencias federales una amplia libertad para garantizar que las entidades que reciben fondos federales cumplan con el Título IX de conformidad con la interpretación de su gobierno de “sexo” como el género asignado al nacer.

En la firma de esa orden, Trump estuvo acompañado por Gaines y otras atletas femeninas que apoyaban la prohibición. Gaines empató con una atleta transgénero en el quinto lugar en un campeonato de la Asociación Nacional de Atletismo Universitario en 2022 y ha testificado ante legisladores de todo el país sobre el tema. Ella y otras personas enmarcan el tema como derechos de las mujeres.
Sarah Foster, subprocuradora general de Maine, dijo la semana pasada en una carta al Departamento de Educación que ninguna parte de la ley “prohíbe que las escuelas permitan que las niñas y mujeres transgénero participen en equipos deportivos femeninos”.
Veintiséis estados tienen leyes o políticas que prohíben que las niñas transgénero participen en deportes escolares femeninos. Los estados controlados por el Partido Republicano también han prohibido la atención médica de afirmación de género para menores transgénero y restringido el uso de baños en escuelas y, a veces, en otros edificios públicos.
