Bajo el concepto de unir el pasado y el presente de un Perú donde naturaleza y cultura dialogan y cantan comenzó la ceremonia de inauguración de los Juegos Panamericanos Lima 2019.
Un viaje visual proyectado en la Piedra de los 12 Ángulos, patrimonio nacional que alguna vez fue parte de un palacio inca; desde Buenos Aires 1951 hasta Toronto 2015 se le dio la bienvenida a la edición XVIII de la justa continental que por primera vez se celebra en el país sudamericano.
El performance comenzó con "El llamado". Un Dios que es parte ave, parte felino y parte serpiente, que simboliza los tres reinos de la cosmología prehispánica: el mundo celestial, el terrenal y el inframundo. Él evoca a una dimensión suspendida entre el pasado y el presente, ritual y deporte.
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Posteriormente cayó la noche y se vislumbraron las constelaciones que han guiado a la gente peruana por miles de años y el amanecer llegó en un festival de danza y música para celebrar el florecimiento de los Amancaes, las flores que inspiraron el logo de los Juegos de Lima.
Milco, el campeón de los valores de la justa: excelencia, amistad, respeto y coraje marcó el inicio del desfile de las 42 naciones que disputarán la justa deportiva.
Un ritual de pago a la tierra despierta el mundo natural de Perú, desde la costa hasta los picos más altos de la cordillera hasta descender a la selva como homenaje a la diversidad de sus paisajes, para pasar a un tributo culinario que responde a la mezcla de culturas de todas partes del país sudamericano y del mundo.
Mientras que el ancestral arte de tejer conecta a su tierra, memoria e identidad. En tanto que los matices de la Lima colonial se transforman en los colores audaces de la bulliciosa ciudad de Lima.
Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) fue el invitado de lujo de la gran fiesta que se vivió en el Estadio Nacional que tuvo como anfitriones a Neven Ilic, presidente de Panam Sports, y Carlos Neuhaus, presidente del Comité Organizador de los Juegos.
Una procesión de culturas prehispánicas desde la antigua civilización de Caral-Supe al glorioso imperio inca despierta al poder del sol y la Llama Panamericana, que viajó desde Teotihuacán, finalmente hizo su triunfal entrada al recinto peruano.
El cantante Luis Fonsi fue el encargado de cerrar la noche con broche de oro que dio la bienvenida a los mejores exponentes del continente.
